Parte 104: Charlas.

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Narrado por Ana:

M-I-E-R-D-A

- Ana.- Se sorprende.- No sabía que estabas aquí. ¿Mi hijo? Bueno, yo me voy, no quisiera molestar.- ¿Cómo le digo yo a esta mujer que su hijo no está...y que yo dispongo de la casa como quiero desde que empezamos.

- Se acaba de ir.- Bueno...hará...12 horas que se acaba de ir. Me da dos besos.- Yo estoy esperando a su amigo, Saúl...No sé... si lo conoce.

- Si, claro que le conozco. Es uno de sus mejores amigos.

- Si.

- Bueno me voy, quería verle.

- Viene para las 9 o así. Puede esperarle aquí. Bueno...es la casa de su hijo, eso lo usted lo sabe.- puff, la lío.

- No me hables de usted...parece que en eso habíamos avanzado.- Mierda...no quiero darle motivos y que piense que algo había cambiado.

- Se me olvida, la costumbre.

- ¿Tienes un momento?- Pues...no, pero...eso no se lo puedo decir.

- Claro. ¿Quieres café? Hizo Jordi.- ¿Por qué las mentiras salen de mi boca...si yo no quiero decirlas...

- No, gracias.- Entra y cierra la puerta. Repara en una foto en la estantería, es mía con él, en Navidades, la hicimos con la cámara que le regalé, me besa la mejilla, yo sonrío ampliamente.- Es muy bonita.

- Si.- Sonrío.

- ¿Qué pasa entre mi hijo y tú?

- Nada.

- Mira Ana, yo ...seré muchas cosas, pero soy muy clara. Sé que, a mi hijo, algo le ha pasado. Le conozco. Lo parí yo.

- Entonces sabrá cómo se pone cuando no duerme. Tiene mucho trabajo.

- ¿Las fotos?- Sin rodeos, sin anestesia.

- Pactadas, él lo sabe. Sabe todo lo que tiene que saber.

- ¿Seguro?

- Si. No hay secretos entre nosotros.- Eso... a día de hoy, era verdad.- Estamos muy bien. Mucho trabajo, yo estoy en el teatro y en el programa...él...con Salvados y la columna semanal, ahora en promoción de la temporada...son muchas cosas...

- Supongo que el hecho de estés aquí, confirma que estáis bien. Me sentó bastante mal cuando vi lo de la revista. Puse el grito en el cielo, aunque me lo explicó, no lo entiendo. ¿Cómo queda mi hijo en todo esto?

- No es algo que me agrade de mi trabajo, ni es algo que se haga demasiado. Tampoco es bonito aparentar que Berto Romero me tira los trastos en plató. Cuando no es verdad, es mi amigo, el de Jordi, y vive feliz con su mujer, a la que adoro y sus tres churumbeles. Pero ahí nos ves, cenando cada vez que nos juntamos, todos. Su hijo comprende las circunstancias. Siento si le desagradó, para mi familia, tampoco es fácil, para mí, tampoco lo es.

- Pues ...imagínate para mi hijo.- Y dale con lo mismo.

- Lo sé. Pero si usted quiere lo mejor para Jordi, yo...no quiero otra cosa.- Señora...o por las buenas, o por las malas. Pero a mí no me separa de él... ni Dios.

- No sé...lo veo raro.

- En su cocina...nos interrumpieron una conversación. Siéntese, hablemos. No tengo problema en hablar lo que ese día dejamos a medias.- Me hace caso...está más distante que últimamente, pero ...al menos, se le ve que me quiere escuchar.- Saúl no viene hasta dentro de una hora. Sé que le puede parecer raro ...los dos...del mundillo de la tele, etc. Pero...yo le quiero, y él me quiere. No fue fácil llegar hasta donde hemos llegado, le hemos dado muchas vueltas. Nos conocemos, nos queremos y nos respetamos.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora