Narrado por Berto:
- Está bien?- Pregunto cuando cuelga el teléfono.
- El sinvergüenza de tu hijo, no nos echa de menos, pero vaya, ni un poquito. Pues no va y me dice, que nos paremos mucho más rato antes de ir por él.- Me dice indignada.
- Se nos hizo mayor.- Digo meciendo a Tomás, que está cerrando los ojos. Paula, lleva un rato dormida, me parece, que hoy...nada de nada. Se pondrá a llorar en cuanto el hermano se duerma.
- ¿Cómo va el nene?
- Cierra los parpados, le pesan, pero los vuelve a abrir.- Creo que se le pegó la rebeldía.
- Me voy a la ducha, cuando se duerma, allí te espero.- Joder, y yo que creía que iba falto...no se ando con medias tintas. Noto como se me suben los colores. Me río y asiento.
Narrado por Silvia:
Después de mil risas, Andreu entra a la casa a preparar el almuerzo, yo me meto en la piscina a cuidar del pequeño. Que se queja de que los manquitos le molestan. Antes se quejaba del flotador, creo que quiere nadar libre y que nos dejemos de envolverlo en plásticos.
- Cuando seas mayor, podrás quitártelos, aprenderás a nadar y serás muy rápido.
- En la bañera no llevo manquitos, y en la playa tampoco.- Me argumenta, va para abogado.
- Bueno, pero eso es con tus papás y en otros lugares. En la piscina hay que llevarlos hasta que sepas bien. ¿Nos salimos para secarnos y comer? Además, tenemos que poner la mesa.
- No...
- Mira, podemos poner la mesa en el jardín y estamos con Mél, que ella tiene hambre ya. Le tienes que dar su comida, ella come pienso.
- Vale.- Me entra una gran satisfacción al ver que me lo he camelado sin que me haga un berrinche.
Ponemos la mesa entre los tres y le ayudamos a comer. Parecemos una familia. Andreu comenzó a contarle una historia y la enrevesó tanto que no sabe como acabarla. Me río a carcajadas cuando veo que se marca un "final de los serrano".
- ¿Tenéis dibus? Yo veo los dibus después de comer.
- De costumbres fijas...supongo que sí, que tendremos canal de dibujos.- Se ríe Andreu.
Los veo entrar dentro, Andreu alza al niño que se ríe a carcajadas, está disfrutando como un enano, y no me refiero a Lucas. Los veo cambiar mil veces entre los varios canales infantiles, mientras quito la mesa.
- Va a tardar lo justo en quedarse dormido, se puso demasiado cómodo para ver la tele. Debe estar cansadísimo con todo lo que ha chapoteado.- Dice Andreu entrando a la cocina, trayendo los últimos platos.
- Quizás duerme siesta, se nos olvido preguntar cuanto debemos dejarle.- Le digo.
- Si se duerme, una hora, yo creo que está bien. Esta noche se acostará más tarde de lo normal.
- Sal y cierra con llave las puertas de la terraza, a ver si se tira a la piscina y nos da un susto.- Va corriendo a lo que le mandé, mientras yo termino de cargar el lavavajillas.
- Ya.- Vuelve a entrar.- Ya cerré, y ya se durmió.
- ¿Le llevamos a la cama?
- Yo le veo a gusto ahí.
Ahí estábamos, dos novatos ejerciendo de tíos guais, con dudas y con preocupación, pero ante todo alegría.
La tarde acaba siendo igual que la mañana, más piscina y planes típicos de verano. Lucas me ayuda a hacer limonada y jugamos con Mél a la pelota, hasta que oscurece.
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Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?
أدب الهواةContinuación de la historia: ¿En qué estaba pensando?. Nada es real, cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.