Parte 31: No fue la emoción del momento

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Narrado por Ana:

Tengo la garganta seca...que asco. Paladeo varias veces, tengo la lengua como si la fuese arrastrado por la carretera. Me incorporo rápidamente, porque me viene una arcada...falsa alarma. Me vuelvo a tender. Ay...que malita estoy. ¿Por qué hay tantísima luz? ¿Qué hora será...? Me doy la vuelta pensando en Jordi, veo su reloj en la mesilla de noche. ¿Qué? Y estoy desnuda. Empiezo a recordar, intento recordar a Jordi, pero solo se me viene a la mente Edu...Edu...y más Edu. ¿Edu tocándome el culo? ¿Jordi enfadado? Si...Joder...¿Que hice...que hice? Ana...¿QUÉ HICISTE? Recuerdo un baño, y unos besos subidos de tono...pero era Jordi, así solo puede besar él.

De repente mi mente se espabila, se despierta. Recuerdo la contestación más que agresiva que Jordi le dio, la conversación con Edu, la discoteca, el baño, el ascensor, mi cama...todo parece que se solucionó, respiro...

- ¿Jordi?- Grito, con voz de camionero, por lo visto. Tengo que dejar de beber, pero ya.

Nadie responde. Me levanto, me pongo una bata y salgo a buscarlo al salón...joder, que mal cuerpo. No está en la casa. Debió olvidarse el reloj. Podría a ver dejado una nota al menos. Vuelvo a mi cama, abro la ventana, huele a ginebra...se me revuelve el estómago de nuevo. Miro mi móvil. 11 mensajes, ninguno de Jordi, 4 de Edu y 3 llamadas perdidas. Todos se preocuparon...todos, pero no estoy para hablar. También llamo mi madre. Ostia...Llamo a mi padre y le felicito por su cumpleaños, alegando que estoy mala de los aires acondicionados, me pilla seguro en mi mentira, sabrá que anoche salí, pero no me lo refuta, era el mejor padre del mundo.

Quito las sabanas, las meto en la lavadora, junto a mi ropa de anoche, dejo el cuarto ventilándose. Me ducho...con agua fría, pese a que no me gusta, pero a ver si espabilo. Me lavo dos veces los dientes y me pongo un pijama... Dejo que el pelo se me seque al natural. Pongo sabanas limpias, y me siento en la cama. Cojo su reloj, huele a él. Casi siempre lleva este. Era un viceroy metálico, plata, de esfera azul. Me fijo, tiene una inscripción dentro.


"Et devem cada segon junts"

Creo que por aquella inscripción era el reloj que más usaba, puedo traducirla fácilmente. Hablaba en plural, si no, pensaría que era algo romántico...de repente una frase viene a mi mente. "Ana...creo que me estoy enamorando de ti"...una y otra vez, resuena en mi mente...¿Lo he soñado? ¿Lo dijo? ¿Lo dijo porque estaba borracho? ¿Se acordará? ¿Por qué se fue sin dejar ni una nota? ¿Qué le respondí?

Suena mi timbre. "Que no sea nadie...que no sea nadie...que sea el vecino por sal... y que se vaya pronto" Miro por la mirilla. Era él.

- Buenos días...- Estaba muy ronco. Aparece cambiado de ropa, duchadito, con una mochila al hombro y con una bolsa enorme de...espero que no sea comida. Que asco...comida...

- No estabas...te vas sin decir nada.- digo yéndome al sofá.

- Que voz...tienes...mañana grabas. Dormías, creí que no te ibas a despertar. Estabas babeando, no quería molestar.- Me da un pico, demasiado...cotidiano, muy de pareja... ¿Qué me he perdido? Lo miro intentado descifrar si se acuerda, o me lo he imaginado. ¿Y qué le dijeeeee?

- Pusiste dejar una nota o algo.

- Para la próxima.- ¿Habría próxima?- Toma, es el almuerzo. Dijiste que querías pasar el domingo conmigo. Me ha llamado Edu, no se lo he cogido, tenemos que ponernos de acuerdo.

- No me apetece comer...A mí me llamó y me escribió...pero tampoco le contesté.

- Debemos comer...y beber agua, eso sobre todo. Yo me bebí mas de un litro ya...hidrátate. Me lanza un botellín de agua.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora