Parte 185: Vuelta a la carga

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Narrado por Silvia:

- No...no me estires del pelo...- Mi hermana, deja a la niña en el suelo.- No, pero no vayas a estirarle a la pobre de Mèl.- Agarrándose a lo que pilla, camina con soltura, pero no se fía de soltarse. Sígueme contando.

- No quiero hablar delante de ella.

- Silvia, no tiene un año, si se entera, sería una niña prodigio.

- Pues, es que tampoco hay mucho más. Que llevamos meses sin compartir cama.

- ¿Mamá sabe que estás mal?

- No, y como se lo digas, te corto la lengua y se la doy de desayuno a Mèl.

- No...pero deberías decírselo tú.

- Que te digo que no. Si no te lo tuve que decir ni a ti.

- ¿Por qué? Sino estás bien, no lo estás.

- Porque ...Solo hace medio año que me casé. Es como asumir un fracaso...

- Bueno, todas las parejas tienen crisis. No es un fracaso, las cosas se arreglan.

- No a los 6 meses. Y no es una crisis, es la mil y una.

- Como no las cuentas...no lo sé. ¿Qué hizo?

- Mejor sería que preguntaras que no.

- Si no es algo nuevo, ¿Por qué te casas?

- Eso digo yo. Para qué... pero a lo echo, pecho.

- No...no seas tan tonta como mamá y aguantes y aguantes...¿A las manos no ha llegado no? Porque lo reviento.

- No...no. Es solo que no vamos en la misma sintonía. Yo quiero un hombre que me entienda. Que se preocupe por mí, al igual que yo me preocupo por él. Que me de magia, aventura, pasión...sexo...

- La vida diaria no es así.

- Pues eso, que me gustaría hacer vida diaria. De peli y manta, de cocinar, de hablar de nada especial...no sé, lo normal. Siempre estuvo muy ocupado con el trabajo y yo eso, lo entendía. Pero ahora con el parón, en vez de disfrutar de su mujer e hija. Se amarga. Y lo entiendo. Pero lo que no entiendo es que le importe más su maldita empresa que todo lo demás. Haría lo que fuese por salvarla, se lleve por delante, a lo que se lleve. Me quiere, para cuando necesita que le consuele. ¿Y yo? ¿Y su hija? ¿Lo que nosotras necesitemos? Solo se preocupa en que nos falte el dinero, pero eso no lo es todo. Y ni siquiera es el dinero lo que a él le mueve, sino el prestigio la fama, su programa. Seguir haciendo reir. Es adicto a su profesión y yo eso, no lo asumo. Todo puede esperar, menos el trabajo. No hay: ¿Cómo te fue el día? Ni mucho menos: ¿Cómo vamos a gestionar los trabajos y la niña? No, porque tengo que trabajar para él, me guste o no. Por el bien de la empresa, sino amenaza...No con violencia, con usar su influencia y que no me contraten. Cree que es mi jefe en casa también. Esto es una pareja, no debería haber jerarquías. Pero las hay, él cree que está por encima. Son muchos años soportando sus tonterías. Tiene muchos años, únicamente para ser un soso y un aburrido, para ser maduro, no.

- No sería capaz. ¿Es estúpido o qué le pasa?

- Me aburre...me aburre sus subidas y bajadas, y me aburre él. Es un muermo, necesito alegría de vivir. Necesito amor. No me lo da. Me he llegado a plantear el divorcio.- Abre mucho la boca.- Pero luego, miro a Joana, y no soy capaz de hacerlo.

- Silvia...- Sigue en shock.- No aguantes por tu hija. Sino lo quieres, divórciate. No seas como mamá...no te ates a una persona que no te quiere bien.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora