Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?

Parte 199: Todo se va asentando

Narrado por Berto:

- ¿Berto, puedes venir un momento?- Abre la puerta de la sala donde estamos varios compañeros repasando el guion de hoy. Miedo me da.

- Si.- Digo asintiendo. Recojo mis papeles.

- Te espero en mi despacho.- Cierra la puerta.

- ¿Si no vuelves, vengaremos tu muerte?- Dice con todo el cachondeo del mundo Bob.

- ¿Estaba mosqueado? - No le noté nada...

- ¿Cuándo no?- Responde uno de los nuevos guionistas.

- Juro, que un día no era así...créeme.- Respondo.

Salgo fuera, subo las escaleras. Que no esté de malas por favor. Toco con los nudillos en su puerta.

- Pasa.- Ya está fumando, sentado en el sofá en vez de su escritorio.

- Dime.

- Siéntate anda. Quiero contarte una cosa.

- ¿Qué cosa?

- Pues una.- Mal...vamos mal.

- Te escucho.

- ¿Sabes algo nuevo de Silvia?

- Si. Pero no preguntes, no voy a contarte nada que ella noi quiera que te cuente. Soy neutral, soy Suiza.

- Ya, lo sé.- Otra calada al cigarro.- Fui a ver a Carolina ayer.

- ¿Qué Carolina?.- Si, pregunto lo obvio. Lo que es obvio es que perdió la cordura.

- Pues Carolina.

- ¿Para?

- Pedirle perdón. Lo necesitaba. No me porté bien con ella.

- Ella tampoco contigo.

- Puede...que yo le diese muchos motivos para que se portase así.

- ¿Cómo?

- Bueno...muchas cosas que ya no vienen al caso. Pero la última etapa de nuestra relación la dejé muy sola.

- Eso lo sé.

- Peleábamos por todo, y muchas de esas peleas, eran por mi dejadez. La ignoré...necesitaba pedirle perdón y decirle que me alegro que haya conseguido ser feliz. Conocí a su pareja y, parece buen tío. No sé...necesitaba aclararlo todo.

- ¿Más de una década después?

- Pues cuando me di cuenta que gran parte de la culpa, fue mía. Nunca le pedí perdón...y luego, después de romper, no supe mantener la dignidad.

- Creí que fue ella la que la perdió.

- La perdimos...los dos.

- ¿Por qué entonces tantísimos años?

- Por orgullo. Porque no supe ver mi culpa.

- Porque la ocultabas, siempre pensé que estaba un poco loca de lo suyo la criatura. Vaya tu te ponías de santo varón...- Pero visto lo visto, ya no sé.

- Es difícil reconocer errores. Ella tuvo los suyo, pero yo...yo también.

- ¿Qué te dijo?

- Se sorprendió, parecía que no le hacía falta, pero a mí sí.

- Hombre, es que después de tanto tiempo, con tu perdón, se limpia el culo.

- Ya, pero necesitaba dejarlo todo arreglado. Necesitaba no sentirme mal conmigo mismo, y decidí empezar por el principio.