Parte 128: Valorar lo que pude perder.

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Narrado por Ana:

-No...no...no...vuelve...no...no...vuelve...- Me despierta su voz. Está soñando. Enciendo la luz de la lámpara de noche. Está engarrotado, agarrado a las sábanas, se le marca las venas de los brazos.- No...espera...

- JORDIIII...EHHH...- le muevo la cabeza, está hirviendo. - Jordi...shh...despierta, tienes una pesadilla...

- ¿Ana?.- Abre los ojos, pero los vuelve a cerrar.

- Shh...estabas teniendo una pesadilla.

- Me duele la cabeza...

- Estás hirviendo...debes tener mucha fiebre. - Joder y yo dormida...pero es que...también lo necesitaba.

- ¿Dónde vas? No te vayas.

- Al baño, por el termómetro...Jordi...estás muy mal.

- No...no te preocupes...moja una toalla en agua fría y ya...que sean dos.

- ¿Pero el termómetro?

- Tengo fiebre...no hace falta que lo diga un cacharro...¿Me las traes?- Pese a que tiene los ojos cerrados, se pone las gafas de sol que están en la mesilla.-

- Voy.- Si, voy, le mojo dos toallas pequeñas con agua fría...pero cojo el termómetro.- A ver, te la pongo en la frente.

- En el pecho.- Me la coge, se la pone él solo, le debe doler, eso o le molesta el frío. Pone muy mala cara, yo me preocupo.- La otra.- Me da la mano, se la ofrezco, la dobla y se la pone en la frente. Le levanto el brazo.

- Tengo fiebre, es tontería medir...me va a estallar la cabeza...

- Te dijeron que es normal que te doliese...que no estaba acostumbrada a la luz, y es normal...

- Duele...mucho...

- Voy por un calmante...

- De los que me dejan K.O.

- ¿Seguro?

- Si...- Esos los dejan muerto, lo duermen por varias horas. Se la toma. Tiembla de frío, se quiere acurrucar, pero no lo hace, tiene una pierna en cada lado de la cama, duerme así, para no rozarse. Le acaricio la mano.- Duerme.

- No.

- Sino me morí de un paro, de esta, no me muero...solo es fiebre...

- Deberíamos ir al médico. Esto marca...39,1.

- Shh...y se te vaya a ocurrir contárselo a mi madre mañana...no dramas...ehh...ven, duérmete aquí...me señala su lado de la cama, él la usurpó toda, está espatarrado.

- No me puedo, ¿y si te sube más?

- No...shhh...me duele cuando hablas...shhh...- La pastilla pronto lo duerme, entre eso y la fiebre, cae redondo, le pongo varias veces el termómetro, pero...le fue bajando. A las 7 de la mañana, tras varios paños de agua helada más, le baja a 37,7 y yo puedo respirar...y para colmo, mis suegros estarán viniendo, cogían el primer tren...

Ese día, lo echó regular. Pero como decía Fernando, nada como los cuidados de Antonia para que remonte...yo debo estar pintada en la pared...es el que más la admira...se le nota cuanta falta le hizo una madre. Esa tarde no loe trajeron a Jorge, pese a las peticiones de Jordi, pero es que estaba fatal. Se mareaba y le dolía mucho la cabeza cada vez que abría los ojos...además decía no ver más nítido...pero la fiebre, acabó pasándose.

Yo fui la que llevó a mis suegros a la estación un día después...la buena señora me dejó tupper, como para que comiera un batallón. Menos mal que me gusta como cocina...porque de mi cocina, también me echó.

Segunda Parte: ¿En qué Estaba Pensando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora