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Jungkook comenzó a caminar rápido en dirección al Instituto, saliendo desde allí podría ubicarse mejor en la ciudad, ya que conocía esa zona.

Al llegar allí comenzó a pensar en algún lugar cerca donde podría comprar las cosas que tenía en mente para animar a Taehyung.

Caminó hasta llegar a un pequeño kiosco y compró todo lo que necesitaría para luego comenzar a caminar en dirección a casa de Tae, concentrado en cada calle por la que pasaba porque aún no sabía bien la dirección o el camino.

Suspiró aliviado al ver la casa del rubio frente a sus ojos un rato después, y caminó hasta la puerta. Tocó el timbre, pero nada. Otra vez, y de nuevo nada. ¿Tal vez se había dormido? Se decidió a abrir la puerta él mismo, esperando que Taehyung no le haya puesto llave, y afortunadamente no había sido así.

—¿Tae? —Dijo mirando la sala de estar, pero estaba vacía. Subió dos escalones de la escalera cuando escuchó ruidos en una habitación del primer piso, bajó nuevamente y siguió el ruido, encontrándose con Taehyung descansando su cabeza sobre la mesa de la cocina.— Hey, ¿qué haces?

—Dormir. —Respondió con la voz más grave que antes. Tae levantó la cabeza, encontrándose con la mirada del menor.

Jungkook miró confundido al chico frente a él, ¿por qué se lo veía tan ido?

Miró hacia el otro lado de la mesa, encontrándose con algunas botellas de alcohol por la mitad o casi vacías, y comprendió el estado de su compañero.

—Dios, Tae, dime que no estás borracho...

—Que no estás borracho.

—Pensé que yo era el comediante entre los dos.

Tae miró fijo a Jungkook. Éste estaba parado frente a él, apoyado contra la pared de su cocina, mirándolo con los brazos cruzados. Al mirarlo entendió porqué todos en el instituto iban tras él. Si Taehyung no fuese tan orgulloso y cuidara tanto la poca dignidad que tenía, definitivamente aceptaría ser un nombre más en la lista de Jeon Jungkook.

Rude. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora