Rude. [Taekook]

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—Taehyung. —Dijo Jungkook entre el beso. Quería parar, si seguía besándolo nunca iba a ser capaz de superarlo y seguir adelante.

Taehyung solo susurró un corto "Shhh" y siguió besándolo, esta vez con más calma. Sabía que probablemente solo estaba confundiendo a Jungkook, pero en ese momento solo quería besarlo y olvidarse de todo lo que le hizo.

No dejó de besarlo hasta que sintió a Jungkook sollozar contra sus labios, dejando caer algunas lágrimas. Se separó de él pero dejó sus manos apoyadas en el rostro contrario.

—Jungkook. —Le dijo con una voz muy suave. El menor bajó la cabeza y siguió llorando, evitando la mirada de Taehyung.— Jungkookie, mírame.

—¿Qué más quieres de mí? —Le respondió aún llorando.

—Te quiero a ti.

—Eso no es verdad. —Dijo más serio, separándose y limpiando su cara con las mangas de su camiseta.

—Está bien si no me crees... No puedo culparte por no hacerlo, no te he dado razones para confiar en mí.

—Taehyung, tú...

—No, déjame terminar. Me gustas, Jungkook, me gustas muchísimo. Me gustas desde la primera vez que compartimos una clase, y no me has dejado de gustar desde entonces. Soy desconfiado, bastante, y me deje llevar por lo que decían de ti. Yo estaba muy mal, mis padres me habían echado de casa y sentía que nadie nunca iba a poder quererme. Desquité todo el odio que me tenía contigo, y me arrepiento de eso todos los días. Sé que te hice muchísimo daño, y está bien si no quieres perdonarme, pero te pido una oportunidad. Solo una.

Jungkook miró dudoso a Taehyung, sin saber qué hacer. Claro que quería dársela, pero estaba cansado de sufrir. ¿Por qué debería confiar en Taehyung?

—Por favor, Jungkook. Sal conmigo el Viernes por la noche, lleva a tus amigos si quieres, solo déjanos conocernos bien; podemos empezar de cero.

El castaño permaneció en silencio unos segundos.

—Está bien.

—¿Si?

—Sí, pero llevaré a mis amigos.

—¡Claro! —Dijo emocionado, con una gran sonrisa en su cara.

—Tienes una oportunidad, Taehyung, una sola.

—Es más que suficiente. —La sonrisa del rubio creció y Jungkook sonrió levemente ante eso, no podía resistirse a la ternura de ese chico.

—Ven, vayamos con los demás.