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Jungkook, por favor... Tienes el cuello lleno de marcas y no hay ni una sola persona que no lo haya visto, esa persona y tú deberían tener más cuidado la próxima.

—Sí, lo tendremos. —Dijo el menor fingiendo una sonrisa.— Estás libre ahora.

Tae lo miró un segundo más y luego bajó la mirada, esas palabras habían dolido más de lo esperado.

[...]

Luego de que la campana suene, indicando que una nueva hora empezaba, Tae entró al salón de clases correspondiente y fue a su asiento con Jimin.

La profesora iba atrasada, por lo que los dos rubios aprovecharon para hablar.

—¿Terminaste tu trabajo con Jungkook? —Preguntó el mayor de los dos.

—Algo así... Dividimos el trabajo en dos y cada uno terminó su parte, pero aún tenemos que organizar la exposición.

—¿O sea que tendrás que invitarlo a tu casa de nuevo?

—Sí... Supongo que sí. La primera vez no fue tan terrible, ¿sabes? Al menos pudimos hacer bien el trabajo, y hoy no ha hecho ninguno de sus comentarios...

—Probablemente solo se haya aburrido de correr en círculos. —Dijo levantando los hombros.— Namjoon y yo sí terminamos el trabajo así que tengo el fin de semana libre.

—Eres un hombre con suerte, Jimin. —Dijo Tae sonriendo.

—¡No es suerte, se llama dedicación! Fui a su casa hace unos días y él fue a la mía ayer, somos hombres trabajadores, Taehyung.

—Yo quería invitar a Jungkook a mi casa ayer...

—¿Y por qué no lo hiciste, vago?

—No lo recuerdo... —Dijo frunciendo el ceño, ¿por qué no lo había hecho?— Tal vez solo estaba demasiado cansado para eso.

—¡Eres un vago!

—Tal vez. —Respondió riendo, pero aún con esa duda en la cabeza. Él estaba seguro de que lo había invitado, pero en realidad no lo recordaba.

Rude. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora