-¡¿Por qué demonios lo golpeaste?!-le grito a Hoseok una vez los dos ya estamos en el auto.
Al pelirrojo se lo sigue viendo como si estuviera echando humo por la piel, a punto de estallar. Su mirada oscura mientras aprieta su mandíbula, lo notable que es la presión que ejerce bajo el cinturón de seguridad que toma entre sus manos para abrochárselo antes de encender el auto. Yo, desde luego, también estoy furioso. No porque me hayan empujado, sino porque de no ser por mí, Jackson y Hoseok terminarían en el hospital luego de graves heridas por una pelea. O en la comisaría si la gente que estaba allí, rodeándonos, hubieran llamado a la policía. Entonces todo este desastre sería muchísimo peor.
No sé de dónde saqué la fuerza, pero pude conseguir tomar el brazo de Hoseok con mis dos manos y tirarlo hacia mí, para luego pararme frente a él antes de que siga golpeando al chino. Eso fue más que suficiente para que bajara su mano y logre tranquilizarse un poco.
-¿En serio me preguntas a mí por qué lo golpee?-gira a verme de manera brusca, señalándose a sí mismo con las cejas arqueadas.-¿Por qué no vas tú a preguntarle el motivo por el cuál te empujó?
-¡El motivo es más que obvio, es estúpido, pero está claro!-exclamo.-No necesito que te metas en esto. No de esa forma, vas a empeorar las cosas.
Lo único que falta es terminar en un lío mucho mayor a este, tener que lidiar con otras cosas, como problemas con la universidad gracias a que me vi involucrado con el conflicto o que toda la burla hacia a mí aumente hasta el punto en perderle el miedo de que Hoseok te quite la vida con un simple golpe, y que él termine envuelto en todo esto. No me malentiendan, estoy completamente agradecido por la ayuda, pero no con esa ayuda. Sólo necesito un poco de apoyo hasta que todo esto pase y forme parte de mis horribles experiencias como universitario de último año, no que le echen más leña al fuego.
-Lo siento Kihyun, pero yo voy a estar detrás de ti por las buenas o por las malas.
-Esto es algo personal, en serio no te necesito.
-Pues yo no lo veo de esa forma.-dice, con toda la rabia corriendo por su voz.-Ya estoy harto de toda esta jodida universidad y que toda la gente que cae en el mismo pozo que tú, se deje pisotear. Ahora dime dónde putas queda tu trabajo que no pienso dejar que te vayas caminando.
Entonces emprende camino a mi casa, dispuesto a esperarme el tiempo necesario en la puerta de mi departamento a que esté listo para llevarme hasta el negocio del cual yo soy empleado.
(...)
-Señora, le he dicho miles de veces que aquí no vendemos medicamentos.-le digo a la mujer que anda alrededor de sus ochenta años, escuálida y puras arrugas que adornan su dulce rostro de amable ancianita, ni bien entra al local con ayuda de su bastón de metal.-Esto no es una veterinaria, no tenemos permitido vender esas cosas.
Una o dos veces a la semana viene esta abuela a comprar cualquier tipo de medicamentos para sus perros, lo cual llega un punto en el que solo hace falta ver su rostro para que vuelva a repetirle lo mismo: que aquí eso no se vende. Siempre termina pidiendo disculpas, pidiendo cada vez en dónde hay alguna veterinaria cerca para ir a comprarle a su perro de quince años de edad, luego de comprar alguna estupidez barata: que el juguete para el cachorro de su nieto, que ropita para el caniche que adoptó hace poco, etcétera. Puedo jurar que todo lo que gana de su jubilación, lo gasta en cosas para las mascotas suyas o de los demás.
Obviamente tengo que responderle con amabilidad y dulzura, sonreírle y hablarle suave mientras le explico el motivo del cuál no puedo traer nada hecho por veterinarios. Tampoco es que lo haga a la fuerza, porque debo tratar a mi cliente. A ver, que quiera mandar a la mierda a medio mundo no quiere decir que esa tierna abuelita se lo merezca por no recordar lo que le repito cada vez que viene.
ESTÁS LEYENDO
Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]
FanfictionYoo Kihyun es un estudiante de Teatro en la Universidad de Artes de Seúl, del cual desde muy pequeño supo que ser homosexual está bien. Hasta que descubrió que él lo es y comienza a cuestionarse a sí mismo, sintiendo miedo de que la gente descubra s...