Mi abuela me decía de pequeño que las rosas rojas representan el amor y el deseo hacia una persona, que al dársela a alguien a quien quiero, le estoy demostrando un gran interés, amor o anhelo. Si le daba una rosa a una niña, significa que la quiero, pero al parecer termino siendo yo esa niña que recibe la flor por parte de un niño que me quiere a mí. Jamás he recibido una y jamás he dado una, mis dos ex novios siempre supieron que no tenía fascinación por esas pobres flores que fueron cortadas con el triste final de durar, con suerte, una semana. Ella me decía también, que en el teatro tienen un gran valor para el actor y el dramaturgo, demostrándoles admiración por la obra y lo mucho que la disfrutaron. Una forma clásica de elogiarnos junto con los aplausos.
Cuando morimos, damos flores. No importa cuáles, pero dejamos algo que está a punto de morir como signo de respeto y cariño, que nunca vas a olvidar a esa persona. A mi abuelo, cuando falleció, le daba rosas de distintos colores, cada cuál con un significado distinto. Contaba que él era su fan, iba a verla cada vez que tenía una presentación y siempre le arrojaba rosas hasta que finalmente consiguió hablarle. Luego, le tocó a ella darles esas flores.
Mi adorada y difunta abuela fue la que me metió en todo este mundo teatral tan maravilloso, en el complejo arte de la actuación, de la música y de la danza. Ella fue actriz en su juventud, jamás llegó a hacer el papel de la protagonista de la obra ni a ser tan reconocida, pero allí estaba ella. La consideraba como la mejor actriz, una verdadera ídolo. Recuerdo que de niño le encantaba actuar pequeños cuentos infantiles únicamente para su nieto más joven. Incluso a veces, mis primos y hasta mi hermano las miraban junto conmigo. Tenía mucho carisma, sabía en qué momento ser seria, pero sin dejar esa sonrisa suya de lado. Honestamente, siempre fue mi mujer favorita.
Recuerdo que, el día de su fallecimiento, encontré una carta suya de cinco hojas enteras. Se aproximaba mi cumpleaños y ella había estado preparando mi regalo desde antes. La carta decía que ella veía en mí la misma pasión por el teatro que ella a los veinte años. Para ese tiempo, yo había comenzado a salir con mi primer novio, aquel que conocí en esos talleres de teatro que hacía luego de la escuela. Mi familia lo conocía, pero no tenían idea sobre nuestra relación. Sin embargo, ella contaba de que estaba orgullosa de la persona que crió, que me amaba y que jamás sienta vergüenza sobre mí mismo. Que por más que no tenga una Julieta a mi lado para vivir una historia donde los dos demos todo por el otro, tengo a mi Julian.
Y sí, ella era mi profesora en aquel tiempo. La idea más maravillosa que tuvo fue invertir los papeles en Romeo y Julieta.
Fue así como decidí contarle a mi familia. Desde luego, con ellos jamás sentí inseguridad. No tuvieron reacción alguna, solamente me dijeron que trajera a, en aquel entonces, mi pareja a cenar junto con su familia. Es como si siempre supieron que yo estaba saliendo con él, pretendían como si yo no hubiera dicho nada. Después de todo, ellos ya lo veían venir.
Claro, esa seguridad que sentía a veces era más fuerte, otras más débiles. Ni siquiera yo mismo me animé a reconocer mi sexualidad durante mucho tiempo. Viví bastante infeliz, pero mi ex me ayudó a dejar de ser tan... miedoso.
Todo se debía a la tan adorada homofobia que, desgraciadamente, sigue existiendo. Por mucho que cueste reconocerlo. Cada vez que alguien dice no soy homofóbico, pero... está más que claro que va a decir algo del estilo o ignorante.
Está bien ser ignorante a veces, está bien que te parezca que ser gay está mal porque Dios y no sé qué siempre y cuando nos respetes. La ignorancia no siempre es mala, si tienes a alguien que te corrija, reconoce el error y no sigas con una venda que cubra tus ojos, abrir más tu mente y reventar esa burbuja que te envuelve.
Más de una vez me he encontrado con gente así, en la secundaria más que nada. Una chica cristiana dijo que la homosexualidad es pecado, pero reconoció que nadie es perfecto y cada quién es libre de hacer lo que quiera. Dios es amor, después de todo. Esa chica se juntaba mucho con Hoseok, incluso después de que le dijera a la que se le confesó que era gay.
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Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]
FanfictionYoo Kihyun es un estudiante de Teatro en la Universidad de Artes de Seúl, del cual desde muy pequeño supo que ser homosexual está bien. Hasta que descubrió que él lo es y comienza a cuestionarse a sí mismo, sintiendo miedo de que la gente descubra s...