Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]

25

El silencio en todo el parque es opacado por las exclamaciones de la directora para que Hoseok le devuelva el micrófono, pero él se niega rotundamente a hacerlo. Desobedeciéndola, ignorándola. Tal y como ha estado haciendo ella con nosotros.

—Me sorprende que viniendo de una universidad de arte—dice Hoseok al micrófono, hablando sobre la voz de la directora que por suerte apenas es audible a comparación de él. Con una mano el alumno intenta mantenerla a cierta distancia, mientras que con la otra sostiene el.—se juzgue a alguien por ser diferente. Más que nada porque incluso muchos actores, dramaturgos, pintores... Vicedirectora Park—se interrumpe a sí mismo como si no soportara más a la pesada mujer que no deja de insistir, mirando a la nombrada que está a un lado del escenario.—¿Podría por favor llevársela? Parece más molesta que un mosco en la noche.

Sabía que ella tenía algo que ver en todo esto, por eso me guiñó el ojo. Por eso no dijo nada sobre los carteles. La comisura de mis labios se curvan, formando una suave sonrisa ante eso.

—¿Molesta? ¡Tenga un poco más de respeto!—exclama indignada la directora.

—Usted no ha tenido respeto con nosotros en estos tres años y medio.—contraataca Hoseok. Park Jimin sube al escenario y toma del brazo a la directora, susurrándole algo en el oído. Esto hace que ella no diga nada más y con su ceño fruncido, junto con una mirada asesina hacia el alumno que arruinó su discurso, decide finalmente bajarse acompañada de su compañera de trabajo.

Todos estamos mirando atentos esa escena, como si estuviéramos viendo una película en el cine presentándose un momento de suspenso que nos tiene enganchadísimos a cada uno de nosotros, sin querer ni parpadear para no perderse de absolutamente nada. El chico que está ahora solo sobre esa placa de madera envuelta por terciopelo aclara su garganta para continuar hablando.

—Como venía diciéndoles: muchos artistas que nosotros admiramos... Creo que no es necesario aclarar que artista no es sólo para los pintores, ¿verdad?—el pelinegro nos mira a todos en la espera de que contestemos. Algunos se quedan en silencio sin hacer nada, otros murmuran un no mientras que otros niegan con la cabeza. Satisfecho por eso, sigue:—En fin. Muchos artistas antiguos e incluso actuales de los cuales nosotros tomamos como un gran ejemplo a seguir en nuestra carrera, que tanto admiramos por sus hermosas obras y nos deleitamos con su talento resultan ser homosexuales. Resultaron ser homosexuales. ¿Nunca se han parado a pensar sobre lo estúpidos y carentes de empatía o uso de razón que ustedes poseen al atacar a aquel que piensa diferente o le gusta algo diferente a lo suyo? ¡Es ridículo!

—Según algunos todo lo extraño es malo.—comenta una chica que está sentada cerca de donde está Hoseok. Él la mira un momento, buscando las palabras para responderle.—Y consideran a los gays como un insecto que vino de otro planeta.

Shin se relame los labios.

—¿Qué estudias?—le pregunta. La chica guarda silencio, como si estuviera desconcertada sobre lo que le ha dicho. Unos segundos después dice:

—Artes visuales.

—Tú eres extraña.—Hoseok le responde.—Y también yo. Al igual que todos los que estamos aquí. Por eso estudiamos esto. Cada arte es algo extraño, maravilloso. Que está mal visto pero no deja de ser lo más placentero para el ojo humano. Igual que el sexo. Ya sea entre personas del mismo o distinto género, eso no importa ahora. Eso es lo que tienen en común. Un dibujo, una obra de teatro, un libro, una foto, e incluso una coreografía puede ser visto como algo vulgar, algo desagradable y tachado por la sociedad. Como el sexo. A todos nos gusta, pero en público lo odiamos.

—¿Qué demonios tiene que ver eso que estás diciendo?—pregunta un chico con desagrado. Éste se encuentra un poco más alejado, por lo que básicamente alza la voz para que podamos escucharlo todos.