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Auri es una trágica obra teatral coreana que habla sobre un romance Yangnyoung, un rey que fue destronado por su propio padre al estar enamorado de una joven casada llamada Auri. Mi madre ya la ha visto cuando se estrenó y desde ese entonces me ha pedido que la viera yo. Por obvias razones de estudio y trabajo, no he podido verla hasta el día de hoy que sería su re-estreno debido al éxito que tuvo. Considero que tal vez podría aprovechar en ir con Hoseok, aunque la inseguridad de que se aburra sigue estando allí.

Sonidos en la cocina hacen que me despierte, percatándome de que no hay fornidos brazos envolviéndome como si fuera un oso de peluche, sintiendo el calor humano de otro cuerpo por todo mi ser. Es extraño para mí que alguien se despierte antes que yo, normalmente soy el primero en levantarse e ir a preparar el desayuno para todos.

Fue una noche difícil para Hoseok. No conseguía dormirse, ni siquiera su silencioso llanto que me despertaba de tanto en tanto conseguía cansarlo hasta cerrar sus ojos. Lo abrazaba, le dejaba varios besos para tranquilizarlo, como si fuera un bebé que necesita de su madre en mitad de la madrugada. A eso de las tres de la mañana, opté por cantarle una canción de cuna que me cantaba mi abuela cuando era niño en esas noches donde se me dificultaba dormir tranquilo por problemas de ansiedad que vengo sufriendo desde muy joven. Descubrió el talento que tengo en el canto, relajándose ante mi suave voz mientras se acurrucaba sobre mi pecho y mi mano acariciaba su cabello, hasta que al fin se durmió.

Al entrar en la cocina vistiendo únicamente ropa interior, me encuentro con Hoseok dándome la espalda usando la misma ropa de ayer dado a que no fuimos a su casa a buscar sus cosas antes de venir aquí, preparando dos tazas de café. Siente los pasos de mis descalzos pies acercarse, a lo que voltea con una enorme sonrisa en su rostro, orgulloso de estar preparando el desayuno: café, jugo de naranja y el olor a pan tostado que invade mis fosas nasales da a entender lo obvio.

—Siento no pedirte permiso—me dice—, pero estaba hambriento. Así que fui a comprar algo para acompañar el café.

Toma las dos tazas para dejarlas sobre la mesa en el comedor. Cruzo mis brazos sobre mi desnudo pecho, siguiéndolo una vez pasa por mi lado. Por más que la calefacción esté prendida, la temperatura no es la adecuada como para andar semidesnudo por todo el departamento en la mañana.

—Me haces sentir un mal anfitrión—comento, la voz un poco ronca debido a que recién despierto.

Hoseok ríe ante mi comentario, regresando a la cocina a buscar lo que falta. Lo veo marcharse, con algo de pena que me invade al verlo. Se muestra alegre hoy, pese a que hace menos de veinticuatro horas perdió a un ser querido. ¿Es simplemente una máscara o es que sólo por hoy prefiere no pensar en ello? Pues, él mismo me lo dijo: ya tuvo suficiente ayer y tendrá aún más el día en que velen a Jihyun.

Me acerco a él, abrazándolo por la espalda y apoyo mi cabeza en ella, queriendo darle una muestra de apoyo y cariño. Mis delgados brazos rodean su cintura, acariciando con lentitud y suavidad su vientre con mis dedos. Hoseok parece tensarse ante eso, por las cosquillas y el repentino acto que acabo de cometer.

—¿Cómo te encuentras?—murmuro.

Hay un corto silencio entre los dos lo cuál no es buena señal. Tal vez esa pregunta fue un error, no debí hacerla para rememorar un momento difícil cuyas heridas aún son frescas, cubiertas por una venda. Las manos de Hoseok toman las mías, deshaciendo el abrazo. Él voltea, quedando cara a cara junto a mí. Pese a la suave sonrisa que lleva, sus ojos se notan algo tristes a diferencia de minutos atrás.

—Es difícil—responde suspirando—. Pero estaré bien hoy para poder disfrutar del día contigo.

Lleva mis manos detrás de su nuca, enredando su cuello con mis manos para acercarme más a él y así poder tomar mi cintura. Su rostro se acerca peligrosamente a mí, agachándose para que sus labios estén a la altura de los míos sin necesidad de ponerme en punta de pies. Nuestras respiraciones chocan y sus ojos brillan de una manera que no puedo conseguir explicar, acompañados de una sonrisa encantadora, coqueta, que me regala, siendo imposible para mí resistirme a ver sus rosados belfos mostrando sus blanquecinos dientes.

Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora