41

984 130 33
                                    

Los días van marchando con rapidez a medida que vamos armando el guión para nuestra obra. Ya tenemos dos actos hechos, comenzando a preparar el tercero. Corregidos por nuestros profesores y la verdad no encontraron mucho para arreglar. De verdad estaban contentos con el resultado, esperaban menos de nosotros, lo cuál nosotros protestamos en broma ate oír eso por parte del profesor Hyungwon. Así que oficialmente terminamos con algunos borradores.

Para cuando me doy cuenta, ya es viernes nuevamente y yo estoy en el trabajo después de haber salido de la universidad en la espera de algún cliente. Literalmente estoy solo, sin la compañía del dueño del local como de costumbre. Este día es donde menos clientela hay y donde más horas de trabajo tengo. Todo es silencioso, aburrido. Ni siquiera mi móvil cuya batería se está agotando tiene algo en lo que pueda entretenerme. Quisiera poder continuar con Roses, pero mi mente está totalmente en blanco. Sin nada que pueda escribir. Tampoco tengo libros y debo soportar así dos horas más.

Ya es de noche, siete y treinta para ser exactos. El local cierra a las nueve, entonces podré irme a casa a comer y dormir. Una pequeña alarma que hay en la puerta suena, haciendo que salga por un momento de mi trance. Una chica bastante conocida entra: Byulyi. Sonrío ampliamente al recibirla, incorporándome con una curva en mis labios para estar dispuesto a atenderla.

Sin embargo, su rostro no expresa felicidad o sorpresa al verme trabajar aquí. Más bien todo lo contrario: tristeza y preocupación. Automáticamente me siento asustado, temiendo de que algo malo hubiera pasado. Lo cuál, es totalmente notorio.

-¿Byulyi?-pregunto frunciendo mi ceño ante la expresión de mi nueva amiga.

-Hoseok está muy mal-responde con la voz temblorosa, envuelta en el pánico. Mis ojos enseguida se vuelven redondos como platos, preguntándome qué le había pasado y con un nudo en mi garganta que comienza a aparecer. Antes de que siquiera sea capaz de pedirle explicaciones, ella agrega:-. Su abuela está grave en el hospital, necesito que vengas conmigo.

Con tan sólo esas palabras fue más que suficiente para que cerrara el local y me dirija casi corriendo al auto de Byulyi que estaba estacionado en la esquina. Ya en camino hacia el hospital, con el corazón a mil, hablo con mi jefe para avisarle el motivo por el cuál me estoy yendo del trabajo cuando aún no termina mi turno. Tengo la enorme suerte de que él no es como cualquier jefe, de hecho es más como un amigo para mí. Así que lo entiende, pidiéndome que le mande fuerzas a Hoseok y se despide. Cuelgo, sintiendo como si tuviera una carga menos en mi espalda, suspirando aunque aún sigo preso en los nervios.

La abuela de Hoseok es muy importante para él, tanto como la mía lo fue para mí en su momento, e incluso ahora donde sus cenizas están esparcidas en algún lugar. Nunca supe dónde es, mamá lo hizo todo ella sola y yo tampoco quería recordar que su actitud teatral ya no la volvería a vivir en carne y hueso más que en buenos recuerdos. Ambos tenemos a esas mujeres como un ejemplo a seguir. No quiero ni pensar lo destrozado que se debe encontrar ahora al saber que ella está tan delicada, tal vez miles de veces peor que yo.

-Hubo suerte de que Hoseok estaba con ella cuando decayó-comenta la chica, conduciendo a lo más rápido que se permite-, sin embargo los doctores creen que no es posible salvarla.

-¿Cómo está él?-pregunto mirándola.

-¿Tú cómo crees?-sonríe con sarcasmo- No dejaba de llorar cuando me fui, por eso vine a buscarte. Tal vez le sirvas de consuelo.

Eso último debo admitir que suena algo cruel...

-Kihyun, escucha-suelta con más seriedad-. No sigas nada con respecto al tema, ¿sí? Será lo mejor para Hoseok. Es difícil sabiendo que vivió esto más de una vez con Jihyun.

Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora