Su mirada es inexpresiva, mostrando así que parece sudarle un ovario lo que está ocurriendo en ésta universidad, pero que solo me citó a mí porque es su deber como la directora. Mantiene sus labios pintados de un intenso color rojo apretados, con su mano llena de brazaletes de plata y acero sosteniendo su cabeza, mientras oye mi historia sobre lo que me tocó vivir varios minutos atrás con mis compañeros acerca del dibujo y de lo que sucedió después. Suspira, echándose sobre el respaldo de cuero sintético gris de su silla, pensando qué puede llegar a decir para buscar una supuesta solución a todo esto.
Claro, supuesta. Porque lo que menos va a hacer es parar el acoso y las humillaciones que muchos estamos sufriendo. A ella nada le importa.
—Es un tema difícil de tratar...—dice como si hubiera analizado la situación desde varios puntos de vista diferentes para llegar a una conclusión, lo cuál es mentira, sólo lo dice por decir. Porque es su deber.—Sería más fácil si tan sólo se tratara de una, dos, hasta cuatro personas. Pero esto ya es complicado, es un salón entero.
Corrección: es toda la puta institución. Pero prefiero pasar por eso.
—¿Y por qué no mejor intenta arreglarlo todo?—le respondo intentando no escupir veneno por la boca que pueda derretir su piel arrugada. Me sorprendo de mí mismo al oír que mi voz sale tranquila, sin mostrar molestia.—No soy el primero que pasa por algo así aquí.
—Sé que no eres el primer caso.—me contesta apoyando sus codos sobre su escritorio, entrelazado sus dedos.—Más de un alumno que se encontraba en tu misma situación ocupó tu lugar. No podemos encontrar una solución a un problema tan grande...
—¿No pueden o no quieren?—interrumpo con un tono más seco.—Directora, lamento mucho el tono que voy a usar con usted, pero es que es sencillamente estúpido que no le tomen importancia. No estamos pasando por algo agradable y como persona que maneja todo lo que pasa aquí dentro, debería encargarse de mantener el orden y no lo hace.
Me dejo llevar por la rabia de ser una víctima que puede hablar. Tan cobarde no soy al guardar lo que ocurre, todos estamos cansados de que la historia se repita con una persona distinta cada mes, incluso cada semana o cada día. Nadie fue capaz de hacer nada en todo este tiempo, los que eran y son acosados guardan silencio o hablaron una sola vez para luego volver a esconderse. Yo no soy tan así, tengo más carácter y si debo enfrentarme a multitudes, lo hago. Por lo menos hasta que conserve el coraje intacto y siga sin tenerles miedo, lo cual espero.
—Ustedes ya son adultos, saben lo que tienen que hacer.
Evito echarme a reír en su propia cara.
—Lamento decirle esto, pero esa no es excusa para que no estemos bajo su responsabilidad.—comento.—Tome medidas, no lo sé, pero haga algo. No sólo soy, fui y seré yo, el día de mañana le tocará a otro. Estamos un poquito cansados de que la historia se repita en otras personas.
Ella se queda en silencio un momento, como si estuviera analizando cada palabra que le he dicho desde que me senté en esta silla color marfil delante de la directora, pensando en alguna respuesta que pueda darme para que regrese a mi salón y deje de gastar de su preciado tiempo.
No importa qué es lo que diga, solamente intentará una sola vez y luego se limpiará las manos. Tanto ella como todos los encargados de aquí son exactamente iguales, después de todo, los que sufrimos discriminación somos personas que para ellos son extrañas. No bienvenidos en em reino de Dios. Gente que no cumple con estándares de belleza. Lo normal, vamos. A nadie le importamos, parece.
—¿Dices que toda la universidad es así?—pregunta finalmente. Yo asiento en modo de respuesta.—¿Una reunión con todos te basta?
Eso sonó muy a: mira, me tienes los ovarios un poco cargaditos, así que te daré una charla moral que no servirá de una mierda para cumplirte el favor y así te irás a la mierda. Porque así es todo más fácil, dar una charla de dos palabras y luego cada quién que regrese a sus salones, así ella finge que hizo un gran trabajo mientras yo o alguien más es golpeado o insultado por sus compañeros.
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Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]
FanfictionYoo Kihyun es un estudiante de Teatro en la Universidad de Artes de Seúl, del cual desde muy pequeño supo que ser homosexual está bien. Hasta que descubrió que él lo es y comienza a cuestionarse a sí mismo, sintiendo miedo de que la gente descubra s...