Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]

27

—Kihyun, ¿podemos hablar un momento, por favor?—el timbre que anuncia el fin de la primera clase se hizo sonar. Todos guardan sus cosas y van saliendo poco a poco del salón para dirigirse a ese pequeño auditorio que tenemos aquí. Yo estoy por salir, de no ser por la voz del profesor Chae que interrumpe mi camino ni bien cruzo frente a él, tomando de las riendas de mi mochila.

—Seguro, ¿qué ocurre?—frunzo el ceño mientras mis compañeros van pasando detrás de mí hasta quedar sólo nosotros dos, quedándome de pie en frente de su escritorio.

No es la falta de atención mientras él hablaba sobre diversos temas relacionados con el teatro porque directamente no dio clases más que una charla sobre nuestra obra, no son las bajas calificaciones porque, de hecho, son bastante buenas. Es extraño que el profesor Chae le pida a un alumno quedarse después de clase a menos que haya cometido algún error. Lo único a lo que apunta todo esto es que quizás quiera hablar sobre la directora. Esa pequeña reunión que hemos tenido junto con Hoseok para, quizás, reírse e indignarse de todo esto. Lo cuál es muy probable: su mirada seria espera a que le cuente lo que ocurrió.

Hyungwon, quien antes se encontraba sentado en su escritorio, se pone de pie para apoyarse sobre la tabla del mismo, observándome con sus inexpresivos ojos oscuros cuyo brillo resalta de una manera extraña, haciendo que me sienta un poco incómodo y mucho más pequeño de lo que soy. Me mira tan fijo, insistente, como si algo malo hubiera pasado.

Luego de que el último alumno saliera, él le pide que por favor cierre la puerta. Por lo que estamos totalmente solos, sin ruido ni nadie que intervenga.

—¿Seguirá asistiendo o se quedará en casa unos días más?—es lo primero que pregunta. 

Mi expresión cambia. Me quedo pensándolo un momento, hoy no ha ocurrido nada. Tal vez regrese a tener clases normales si todo sigue así de tranquilo. A lo mejor y realmente esto funciona, esa charla ridícula que quiso dar la directora y que terminó ocupando Hoseok -mejor dicho, robando- de la forma más increíble y fantástica posible. Si mañana, en cuanto apoye el primer pie aquí, vuelvo a presenciar la misma pesadilla, no cabe duda que Yoo Kihyun no vendrá. Más bien, Yeojoo lo hará en mi lugar.

—Creo que sí, ¿por qué la pregunta?

—Bueno, tenemos poco tiempo para tener todo listo antes de la graduación.—responde cruzando sus delgados brazos sobre su pecho cubierto por una camisa gris claro, con tres botones desabrochados que dejan su clavícula al descubierto, brindándole así esa imagen sensual y masculina que Hyungwon siempre suele tener.—Obviamente necesitamos de su ayuda y presencia para eso, discutir todos y cada uno de los puntos para llegar a un acuerdo en común.

—Haré lo posible por asistir.—comento un tanto dudoso, pues en mi mente me cuestiono a mí mismo: ¿realmente será así?

Es que no confío mucho en lo que la directora ha estado diciendo. Nada me brinda confianza, lo cuál es bastante preocupante no confiar en ese adulto que debería hacerse cargo de una institución. Es algo así como un político que la está cagando y promete arreglarlo: todos saben que nunca lo hará y tendrá que venir otro a hacerse cargo de ello. Sólo que en este caso, eso último no pasará.

Nada será cumplido y nosotros tenemos que vivir el infierno. En cualquier momento la víctima de volverá agresor y el agresor pasará a ser víctima. O tal vez no, sólo espero que todos comiencen a dejar de pensar con el culo. De verdad me siento curioso el saber por qué cada quién hace lo que están haciendo ahora, agredir nada más porque sí. 

—Usted sabe que puede seguir estudiando sin ningún problema.—dice el profesor Chae rodeando el escritorio con la yema de sus dedos rozando la brillante madera del mueble. Voy siguiendo sus pasos, dando una media vuelta en cuanto Hyungwon queda de pie frente a mí.—Si lo siguen atacando y la directora no hace nada, entonces lo haré yo.