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Al abrir mis ojos, lo primero que veo es un techo blanco y una luz tenue azul. Mi cabeza duele horriblemente en la parte de mi cien. Acostado sobre un fino colchón y noto que estoy conectado a algo, oyendo el sonido de una sirena en el exterior. Perdido y aturdido me encuentro, no sé donde estoy y tampoco quién es ese sujeto de unos treinta años con cabello canoso que dice:

—Despertó.

Una persona a mi lado se mueve. Cuando volteo a verla, Hyungwon está allí con una notoria preocupación en sus ojos. No comprendo lo que pasó, ni siquiera soy capaz de recordar. Me encuentro en un estado de amnesia donde el último recuerdo que tengo es el de haber salido del auditorio debido a mi nerviosismo. ¿Tal vez se me bajó la presión? No lo sé, estoy seguro de haber desayunado o que no estaba descompuesto después de abandonar el lugar. Tampoco sé si moverme sea la mejor opción, por lo que me quedo inmóvil, con mi cabeza a punto de reventar por el dolor.

—¿Kihyun?—dice el profesor— Kihyun, ¿me reconoce? ¿Le duele algo? ¿Cómo se siente?

Sus preguntas me marean un poco, por lo que cierro mis ojos antes de responder.

—Mm...—tarareo. Mi voz suena ronca, baja. Llevo mi mano derecha a mi cien, tocando mi frente— Me duele... la cabeza.

—¿Recuerdas algo de lo que pasó?—miro al segundo hombre que está a mi izquierda, notando su uniforme blanco que lleva puesto con una cruz roja en el lado derecho. Aquí me doy cuenta de que estoy en una ambulancia, siendo trasladado al hospital.

—No—niego asustado. Ambos intercambian miradas cómplices, por lo que antes de que saquen conclusiones digo:—. Sólo recuerdo que salía del auditorio. Nada más.

Hyungwon suspira, aliviado, echándose nuevamente en un banquito de plástico.

—Bien—suspira el hombre, mirando a mi profesor, el encargado de cualquier cosa que nos pase, el único lo suficientemente cercano y de confianza para estar conmigo aquí—. Por lo que se puede ver, el golpe no ha afectado en nada. Puede hablar, sólo está en estado de amnesia y controla la mano derecha. Sin embargo, de todas maneras, habrá que hacer estudios para asegurarnos que no hay ninguna lesión interna y seguramente pasará la noche en el hospital.

—¿Qué fue lo que pasó?—pregunto con intriga y a la vez asustado.

Hyungwon es quien se encarga de responder.

—Hyemi vio que lo empujaron de las escaleras y enseguida fue a pedir ayuda ni bien usted tocó el suelo. Vimos que se lastimó la cien del lado izquierdo y que estaba inconsciente. Por suerte, nos encargamos de llamar a la ambulancia antes de ir a auxiliarlo. Enfermería vino a ayudar también mientras esperábamos. No sabe lo afortunado que es de que sólo haya sido un poco de sangre.

—¿La directora qué ha hecho con los que me empujaron?

—Por el momento no lo sé—niega Hyungwon—. Pero espero y ojalá sean sancionados o expulsados, como debe ser.

Me bajan de la ambulancia en la camilla aunque el dolor de cabeza haya cesado un poco. Insistieron en que no debo moverme, así que no me resistí a las órdenes que me dieron. Me realizan una radiografía en el hemisferio izquierdo del cerebro, que fue donde recibí el golpe. También en mis brazos, piernas y torso para asegurarnos de que no tenga ninguna fractura. Por suerte, todo está correcto. Lo más grave que pasó fue una lastimadura que ahora deben cocer.

Afortunado soy de tener solamente ello, sufrir sólo del dolor punzante de la aguja atravesarme la piel. Tres puntos tengo, preguntándome cómo diablos caí para que eso sea todo. La caída no fue lo suficientemente grave como para quebrarme algunos huesos, pero sí para dejarme inconsciente en el suelo. Los médicos llegaron a la conclusión final de que puedo ir a casa, aunque teniendo un día de descanso. No hay nada malo en mí, por lo que me alivia, pero sin dejar de tener un sentimiento de venganza en mi interior.

Roses [KiHo/WonKi] [Monsta X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora