Capítulo 3. El Pasado de Dawn

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Hola a todos, espero que esten disfrutando de esta historia. Este y el siguiente capitulo se centran en Bellwether y para poder contruir la historia. Los dos siguientes si seran sobre Judy y su dilema amoroso. Ire agregando las imagenes de introduccion de cada capitulo en otras actualizaciones, porque tengo que decidirme entre dibujar y escribir.

En su juventud, Bellwether no era una oveja de privilegios. Su familia vivía de la tierra, simplemente unos granjeros ordinarios que amaban lo que hacían y no lo cambiarían por nada del mundo. Se podría decir lo mismo del resto de los miembros de su familia, aunque existía un caso muy peculiar en su tía materna Agatha Pennywool. Ella era despreciada por la mayoría de la familia no solo por el hecho de ser tachada de vividora que no movía una pezuña para ayudar en la granja familiar. Pero no fue eso, ni el distintivo color de su lana, lo que la hizo ser considerada la oveja negra de la familia, sino su obsesión por las artes místicas y lo desconocido. Era la familiar loca que asustaba a los niños con historias de criaturas, demonios y hechizos.

Por alguna razón, Bellwether no le temía. Por el contrario, sentía aprecio por el inusual personaje que su tía representaba, razón por la que Agatha correspondió a su sentimiento desde que Dawn era muy pequeña. Bellwether en realidad nunca estuvo interesada en sus disque hechizos y conocimientos en las artes oscuras, más bien le atraía su actitud y personalidad. Era desafiante, obstinada y determinada; características que ella en verdad admiraba y estaba deseosa de poseer. La desventaja era que no podía simplemente aprender por mera observación, por lo que acepto permanecer bajo su tutela. Un pequeño precio que pagar si es que llegaba a ser igual que ella.

Leía y aprendía de sus libros cosas inútiles que nunca pensó poner en práctica, especialmente cuando su meta no era aquella y en realidad no creía en tal cosa. En cada lección aprendió de sus gestos, de la forma retadora en que les contestaba a los adultos y lograba salirse con la suya, y como lograr parecer sumisa o agresiva tanto en gesticulaciones como de palabra.

Aunque nunca creyó en la magia, no podía evitar quedar maravillada cuando su tía se decidía a mostrarles en alguna presentación a ella y sus primos, o en sesiones privadas, sus habilidades para que pudiera comprender lo que podría lograr si se mantenía en el camino de la hechicería.

Lo que sea que le haya sucedido a la tía Agatha es todo un misterio, un día simplemente desapareció, como si se hubiera desvanecido de la faz del reino animal. Para la familia, su partida no significo mucho, y para Dawn fue la excusa perfecta para alejarse de ella de una vez por todas pues para entonces Agatha ya había servido a su propósito.

Décadas después, era hora de probar que toda esa información inútil que había memorizado indirectamente en el proceso no era una simple charlatanería. Era su única oportunidad, pero una que valía la pena intentar para salir de prisión.

La maldición (The curse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora