Capítulo 13: Un simple almuerzo (Dawn)

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Bell se encontraba pensativa mirando hacia la distancia a través de los ojos purpura de su enemiga mientras el zorro conducía por el distrito. No lo hacía muy evidente, pero en ese momento se encontraba extasiada. No podía creer lo que recién había logrado. ¡Había derrotado a un depredador en una competencia física! Y no a otra criatura que su depredador natural. Lo había derrotado de manera justa.

–Bueno, el hizo trampa primero, y supongo que para un zorro eso debe ser ganar de forma justa –pensó.

–Oye, Zanahorias ¿Por qué estás tan contenta? –interrumpió Nick su tren de pensamiento.

¿Acaso había estado sonriendo? Si así fue, no lo supo.

–Solo pensaba en la comida que me gustaría ordenar. Tal vez una deliciosa cama de tierno pasto azul servido sobre una tabla de caoba con vino importado para acompañar.

Los ojos de Nick se expandieron al verse sorprendido de las altas expectativas de su compañera con respecto a su almuerzo gratis por lo que difícilmente pudo contener murmurar.

–Es solo una comida, no una propuesta de matrimonio –susurró para sí mismo.

– ¿Qué fue lo que dijiste? –preguntó Dawn fingiendo no escuchar.

Nick parecía perturbado por el cuestionamiento de la coneja, pues se encorvó de hombros tratando de esconder su cabeza entre ellos y con las orejas ligeramente echadas para atrás.

–N... nada, solo dije que ya casi llegamos.

Dawn había escuchado bien lo que Nick comentó, sin embargo no quiso indagar en ello pues seguramente era otra de las tretas del zorro bromista. La verdad era que se encontraba realmente hambrienta. En el departamento no pudo encontrar más que montones de cenas para microondas. No tenía dinero ni acceso a sus antiguas cuentas bancarias, y quien sabe donde guardaba el dinero la coneja. Aunque no todo estaba perdido.

Ella había sido la alcaldesa por poco más de tres meses. Tristemente, no intento robar nada del dinero gubernamental para no atraer sospechas que pudieran vincularla con Leonzalez. De otro modo, lo primero que hubiera hecho habría sido reubicar el laboratorio del sucio agujero donde se encontraba. Sabía que sus cuentas estarían congeladas, por lo cual encargo a Doug guardar algo de efectivo en un lugar seguro.

–Y aquí estamos Zanahorias.

No se dio cuenta a qué hora habían cruzado al distrito forestal, pero se encontraban afuera de lo que parecía una vieja cafetería. Inmediatamente sus expectativas sobre una elegante comida quedaron hechas trizas.

– ¿Qué te parece? Solía venir a este lugar muy seguido cuando trabajaba con Finnick.

–Uh... se ve muy... rústico –intentó fingir tratando de no parecer decepcionada. Aunque al parecer su compañero no era del tipo que se podía engañar tan fácilmente.

–Vamos Zanahorias. Dale una oportunidad.

–Está bien –respondió Dawn a regañadientes.

Ambos entraron al pintoresco café donde Nick guió el camino hacia una de las pequeñas mesas colocadas junto a los grandes ventanales. Tomaron asiento uno frente al otro en sillones opuestos. De inmediato una camarera de nombre Wendy, según indicaba su placa, se acercó a ofrecerles un menú.

– ¿Acaso me engañan mis ojos? Miren nada más quién es. El primer zorro policía de Zootopia Nicholas Wilde.

– ¡Wendy! Tanto tiempo sin vernos.

– Y de quien es la culpa.

– Lo siento Wen, es solo que la vida de policía es más ajetreada de lo que podría parecer. Deja te presento a mi amiga y compañera la oficial Judy Hopps.

La maldición (The curse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora