Capítulo 39: Game over (Judy)

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Por mucho tiempo nadie supo quién era ella. Revelar su identidad era una tarea casi imposible; además que, de hacerlo, corría el peligro de desembocar en un sinnúmero de destinos peores. En un momento de desesperación se hizo a la idea de que tal vez nunca podría escapar a su inevitable situación. Pero después de meses sufriendo una indescriptible soledad ahora tenía a alguien en quien confiar y en quien poder desahogar su pecho. Ahora tenía amigas. Ellas conocían su verdad. Eran el gran apoyo emocional que ciertamente necesitaba. Y mas justo ahora que tenía una ingeniosa idea para frenar los planes Dawn.

Judy había preparado una estrategia que le permitiría monitorear a Bellwether e interponerse en su camino. El problema con su brillante estratagema era la falta de una última pieza para que el plan resultase, y eso la agobiaba. Ahora que conocía el objetivo de la usurpadora no tenía tiempo que perder.

Su segunda preocupación era el que la infame oveja viajaría a la granja de sus padres junto con Nick sin que estos supieran del peligro al que se expondrían al entrar en contacto con la ex alcaldesa psicópata. Su lana se erizaba solo de pensar todas las formas en que podría dañar a su familia como represalia; pero tan pronto se formaban esos pensamientos se esfumaban a sabiendas que por más visceral que pudiese ser, Dawn era una planificadora serena que no lanzaría su agenda por la borda para cobrar una venganza fácil.

Tenía una semana exactamente para lograr descifrar lo que faltaba en su plan. Había girado instrucciones a sus dos nuevas compinches para que se fuesen haciendo a la idea de su papel en la enorme treta. Así solo esperarían su señal para actuar.

A Skye le había encomendado prepararse para distraer a Jack durante un par de horas de ser necesario.

- ¿Segura que no me necesitas para otra cosa?

-Jack es lo único que se interpondría en nuestra meta. Es imperativo que puedas detenerlo.

-Eso será como matar dos pájaros de un tiro. Puedo fingir necesitar una reunión extraordinaria y retrasarlo, pero será muy difícil distraerlo por más de algunos minutos.

-No te preocupes por eso. Te tengo un pequeño secreto para que puedas cumplir tu parte.

En cuanto a Swinton, Judy le explicó que su papel sería el más crucial y peligroso de todos dado que ella estaba arriesgando su empleo e incluso muy posiblemente su libertad. De ser descubiertas, ella podría ser vinculada con cargos de conspiración. La perspectiva pública la vería como una corrupta al cooperar con la odiada Dawn Bellwether.

-En serio, no debes hacer esto si no quieres. Podría ocurrírseme otro plan en los próximos días.

-No, debo hacerlo. Es una injusticia lo que te hizo a ti. Si vuelve al poder no existirá nada ni nadie que la detenga. No quiero ni imaginar con que fechoría nos aterrorizaría si es que llegase a salir victoriosa.

-Entonces que así sea. Tu ayuda es de vital importancia para el éxito de nuestra empresa. Tú serás los ojos y oídos cuando todo comience. Necesitaras tener acceso a la sala de monitores y asegurarte que nadie sospeche nada.

-Cuenta con ello -aseguró la porcina.

Por fortuna, sus nuevas amigas estaban dispuestas a jugar su parte. Pero eso era solo la mitad del trabajo. Ella debía aun visionar la forma de manipular a los mamíferos necesarios del exterior que la ayudarían a detener a su némesis. La presión por descubrir la forma de poner en marcha su maquinación causó estragos en el desempeño de sus demás responsabilidades.

En la cocina metió la pata al agregar comino en lugar de canela en una de las ollas haciendo que en lugar de postre de arroz con leche tuvieran que renombrar el plato como curry picante. Ramsey, la cabra, le dio el resto del día para que ordenara sus ideas mientras él entrenaba a un nuevo recluso que había mostrado interés culinario y que Judy había ayudado a ingresar a cocina como otro de sus intentos de auxiliar al chef a ser más abierto con los demás que deseaban aprender de él.

La maldición (The curse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora