El primer día siempre es el más aburrido, maestros faltan, presentaciones inútiles, entrega de lista de materiales y los mensajes de César entre horas. No, no estoy contestándolos en clase, pero no lo necesito para saber es lo que dice.
Veo nuevas caras en el grupo, pero poco me importa, no es como si pensara hablarles o ellos a mí. Daniel es el único del salón que no me ve como un amargado o me habla solo porque quiere alguna tarea.
Incluso ahora, en medio de clases, habla conmigo en voz baja para no ser reprendidos. Comentamos de los materiales que han pedido y de lo caros que algunos son, me cuenta de la maratón de películas de Star Trek que hizo con Jessica. Quiere que lo repitamos todos juntos un fin de semana, no suena mala idea, Ted se relajaría y Simón podría acoplarse mejor al grupo, por sus camisas puedo distinguir le gusta la ciencia ficción.
Llega el descanso y afortunadamente nuestros horarios coinciden. Así podemos sentarnos y platicar de cualquier tontería que nos cruce al comer. Simón no está con la mente en la conversación, puedo notarlo e inclinó un poco mi cabeza para ver que ha llamado su atención, no me agrada lo que veo. Está mirando al grupo de cholos, lo sé por como mira uno de ellos a nuestra mesa, no debería de meterme y dejar él se junte con quien desee... Pero si de algo me han regañado mi madre y César, es por nunca saber que debo decir y que debo callar.
— No deberías relacionarte con ellos. Una sugerencia solamente — le digo y él voltea sin comprenderme — Los cholos esos... No son buenos tipos, en especial Kevin, es el más idiota.
El nombre parece ponerlo tenso. Quizá ya tuvo la desdicha de conocerlo.
— ¿Lo conocen? — pregunta sorprendido, eso me confirma que sabe quién es.
— Me toco tenerlo en mi salón en secundaria — suelto algo molesto — no es la persona más agradable que he conocido.
— A mí me da igual — responde Ted — no me ha hecho nada.
— Lo conozco de nombre, no lo he tratado — Dan textea en su teléfono, seguramente a Jessica.
— No sabe golpear — responde César quitándome otra parte de mi comida. Simón intenta preguntar algo, pero mi amigo continua — no preguntes como lo sé.
Simón cierra la boca, acabando con el tema, Dan entonces platica sobre la fiesta de hace unos días.
La alarma de mi reloj suena indicando Dan y yo tenemos que retirarnos a nuestra clase, antes de irnos toco el hombro de Simón para pedirle me espere en la parada e ir juntos a casa.
—Es bueno saber que no tratas al extranjero con la misma frialdad que al resto del mundo, es buen cuate te lo dije— comenta Dan, riendo.
—Eso es ridículo wey, yo trato bien a todo mundo... creo.
El resto de las clases son entretenida, en especial el taller de pintura. Es quizá el mejor momento que tengo en toda la semana y el que sea la última hora solo lo hace mejor. El tema es nuestro verano y un hecho importante de este, es gracioso como parece nadie piensa mucho lo que pondrá, parece soy el único idiota que no sabe que pintar, es ahí donde creo que los demás tienen razón y soy un aburrido que nunca hace nada interesante. Un escenario con un grupo bailando es lo que me decido a dibujar, la primera competencia de mi hermano fue lo más interesante que me paso en las vacaciones. Todos explican sus pinturas y yo me veo salvado de hablar en público por una llamada que el profesor recibe.
Guardo mis cosas y salgo directo a la parada, no veo a Simón por ninguna parte, pero César está ahí. Como siempre me está esperando, pregunta por Simón y le contesto que no sé, que debe seguir en clases. Esta vez no hay bromas sobre la situación, solo me dice su novia lo ha llamado y necesita este en su casa rápido, que si no fuera por eso se quedaría conmigo. Lo despido con un movimiento de mano antes de apoyarme en un poste a esperar.
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Simón y Keith
RomanceSimón: "...- ¿Qué te pasa Simón? - pregunta, regañando, aunque luego estalla en risa, acomodándose el cabello que ahora le cae mojado sobre la frente. No lleva sus anteojos y no sé si sea la luna, la oscuridad, el paisaje o solo mi cabeza. Es el chi...