Simón y Keith

Keith: Suerte/ Can't help falling in love.

Al bajar del taxi nos reunimos con el grupo que espera afuera de mi casa, resguardados en el techo de la entrada, los dejamos pasar y nos cambiamos la ropa húmeda. Se suponía que nos quedaríamos en el patio trasero, pero con la lluvia se nos hace imposible, así que nos quedamos en la sala y pedimos unas pizzas, César se nos une en lo que llega la comida.

—Nada como esto después del horror de semestre— Ted toma un trozo de pizza— nada como esto, comida, amigos... sin la culpa de no estar sentado en el computador estudiando, iba a recuperar el sueño perdido, pero eso puede esperar. No tenían por qué.

— Eres nuestro amigo, Teddy. Teníamos que celebrar.

— Tú siempre quieres celebrar Dan — Jessica abraza a su novio —aunque esta vez sí hay razón

— Ahora que dices eso ¡falta música! — Dan saca su celular, pero su novia lo interrumpe.

— Tú no Daniel, no saldremos de canciones chillonas si oímos la tuya.

— Yo podría poner música, escucho de todo un poco.

Vania pone una canción al azar mientras planeamos que hacer, César insiste en que juguemos uno, apostando de tres pesos por ronda y es lo que decidimos hacer. Jugar uno saca el lado más competitivo de a gente, solo basta una partida para ver como la amistad se transforma en guerra. Cuando Jessica estaba por ganar Dan hizo que intercambiaran cartas, Simón se está divirtiendo, Simón Y César se apostaron a parte por quien gana más veces, pero ninguno ha tenido suerte.

—Me gusta ver que te diviertes— le susurro en el oído, depositando un beso.

—Pero aún no he ganado... hasta ahora— tira una carta gritando uno y todos se quejan.

—Yo no confiaría tanto.

—Te traicionará— reclama César y Simón lo mira mal al instante

— ¿Y ahora qué te pasa?

—No me refería a ti wey— Simón no entiende hasta que lo ve.

—¡Uno! — grito con emoción.

— Te lo dije — César solo se ríe.

En el celular de Vania suena trilller y todos se dejan llevar un momento por la nostalgia de los años que ni siquiera vivimos. Se paran a imitar el baile, incluso Ted, haber terminado todos sus estudios y la compañía de Vania tienen un efecto impresionante en él. Soy el único que no sabe los pasos. Simón intenta animarme

—No es una excusa para que no te gane en las cartas ¿O si lo es? — bromeo y me levanto— No se bailarla.

—Baila como sea, un poco como zombi— ríe moviendo los brazos— yo tampoco sé.

De verdad es divertido, Daniel alza las manos de un lado a otro e intento seguirle los pasos, Jessica se mueve más lento para que pueda imitarla, en un inglés muy inventado cantamos fuerte, es lo bueno de que nadie esté en casa, nadie nos va a reclamar por el ruido. Mamá cuida a mis sobrinos, Manuel con su novia y mi padre trabajando es lo mejor que podía pasar este viernes.

Con toda la intención marcada en la cara César se apodera del celular y busca a Shakira, sin esperar nada para molestar.

—Keith se sabía todo su repertorio en secundaria, deberían haberlo visto.

—Vimos su baile caliente en Halloween— dice Daniel alzándome las cejas, Ted le da un golpe— ¡Pero si lo vimos!

—Y yo me lo perdí, me debes un baile perro— me abraza fingiendo llorar.