Quien pensó que vivir por su cuenta sería todo miel sobre hojuelas, se equivocó bastante. Estudiar y trabajar es agotador, no puedo dedicarles a las materias el tiempo que deseo y las cuentas en ocasiones simplemente no salen. Unas quincenas todo va de fábula y en otras debo gastarme toda la paga en comprar materiales para la uni o comprar comida. Estoy intentado ahorrar lo máximo posible, yendo a pie a la escuela y de regreso a casa, mamá se preocupa y quiere ayudar pero me he negado, ella también tiene sus gastos y sería injusto. La tranquilizo recordándole que con César pagamos todo a la mitad, no le digo que aun así se me hace difícil.
—Ya te lo dije, si no completas todo yo puedo poner un poco más— mira su celular.
—El punto era que todo fuese mitad y mitad— suspiro sentado en la mesa.
— ¿Cómo ibas a saber que te iban a descontar de nuevo? Ya te dije, no me importa.
Esta semana faltaron algunos libros y productos de papelería que empezamos a vender, uno pensaría que no afectaría tanto, pero cuando desaparecen por montón si afecta. No despiden a nadie, no tienen cámaras de seguridad y no saben nada, ni siquiera el turno en el que se perdieron las cosas.
—Deja eso y distráete... ¿Dijiste que ahorraste para comprarle un regalo a tu madre no? Ve a dormir y mañana temprano le buscas algo, la universidad dará el día por un problema en la dirección.
—Olvidaba ese dinero, quizás debería...
—Ya para con eso cabrón, dale algo a tu madre, igual no tienes tanto ahorrado.
—Lo suficiente para el adorno que quiere sí.
—Úsalo en eso entonces— se para a contestar una llamada.
Le preguntaría por sus planes para el día de las madres, pero sé que es algo incómodo para él. Madre adicta al trabajo que no celebra nada, a veces ni siquiera el cumpleaños de su hijo. A veces me pregunto cómo una persona como César puede venir de una familia tan distanciada, él es tan alegre y payaso que no lo entiendo.
—Ey, pasado mañana viene Pepe ¿No te molesta? — me pregunta volviendo a entrar del balcón.
—Supongo no, ¿Por qué debería molestarme? Ha venido varias veces ya. Un sujeto muy agradable, te quiere y eso es suficiente para ganarse mi simpatía—opino— ¿Verán una peli?
—Algo así... tú no te preocupes— se dirige a su cuarto y prefiero no indagar.
Me alisto para dormir mientras hablo con Simón. Lo noto alegre
Hablo con Simón antes de dormir, lo noto alegre, se sigue haciendo más popular y de alguna forma ver que su sueño se está cumpliendo me hace sonreír. Todo parece estar funcionándole tan bien que temo al ir solo le traiga problemas.
—Estúpido— me digo, mojando mi cara.
Al día siguiente se puede ver que definitivamente es diez de mayo, numerosos puestos invaden las calles vendiendo bolsas, tazas y arreglos florales. Los locales de comida se encuentran algo vacíos, pero eso cambiara en un par de horas. Miro todo con detenimiento sin encontrar nada lindo, los adornos que mamá quería se terminaron según me informó el vendedor y ahora tengo que comprar otra cosa.
¿Dulces? No puede comer mucha azúcar, ¿Una taza? Se la regalé el año pasado, ¿Flores? Seguro mi padre ya le compró girasoles o tulipanes. Las opciones se acaban y me estoy cansando de buscar, paso por una tienda y veo una caja con diseño de búhos, no es la gran cosa, pero sé que le gustará, ama a esos animalitos emplumados. Con eso y un pequeño perfume me dirijo donde mi madre.
![](https://img.wattpad.com/cover/143987570-288-k741198.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Simón y Keith
RomanceSimón: "...- ¿Qué te pasa Simón? - pregunta, regañando, aunque luego estalla en risa, acomodándose el cabello que ahora le cae mojado sobre la frente. No lleva sus anteojos y no sé si sea la luna, la oscuridad, el paisaje o solo mi cabeza. Es el chi...