Simón: Amigo mio.

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Ensayé todo el fin de semana, sábado entero perfeccionando el repertorio y domingo dedicado a la teoría, el oso me mira apoyado en la lámpara. Le puse Keith, no se lo he dicho al Keith original porque no, que penoso de mi parte.

He salido poco de la pieza, pero sé que pasó el sábado con su familia y que el domingo se encerró a estudiar para un examen, hemos hablado por WhatsApp lo que no nos hemos dicho, siento que así se avergüenza menos, aunque resulte entre triste y chistoso escuchar en la misma casa el sonido de las notificaciones que nos dejamos. Es una buena forma, si vamos a vivir juntos por falta de opción tendremos que aprender a establecer horarios para no descuidar los estudios y otras ocupaciones. Es lunes, y es 18 de septiembre, y tengo que admitir que se me aprieta un poquito el pecho estar tan lejos.

Ella hacía los mejores asados, no he llegado a probar carne que se parezca a la que hacia mi mamá en todos los años de búsqueda. En las casas de mis vecinos los papás y abuelos se tomaban los patios dejando la humareda típica de las fechas, impregnando los árboles y el cemento de olor a carbón y sabor a vino, era raro ver a una mujer prendiendo el fuego y tirando las presas de pollo al calor de la parrilla, mi mamá lo hacía. Estábamos tan felices que poco importaba la ausencia de visitas. Éramos los tres, ella, su sirena y yo. Éramos hasta que ya no fuimos.

Mi tío no sabía hacer carne asada, compraba empanadas a la vuelta de la esquina de su casa y bebíamos mucho vino para no tener que hablar de ella. Si alguna vez tengo que ponerle cara a la culpa, la de mi tío sería la única digna de hacer justicia.

Salgo a estirar las piernas un rato, es feriado, pero no por las mismas razones. Keith me dijo que siempre dan "puente" el lunes siguiente a sus fiestas patrias. Las casas de la colonia se ven más alegres, el parque está lleno de niños jugando y señoras conversando, el ambiente es tan grato que me quedo paseando más tiempo por el mero gusto de mirar.

Para cuando regreso a casa la familia ya ha almorzado, Keith se ha ido a casa de César por la tarde, doña Rosa lava los trastes mientras que su esposo y Manuel ven televisión.

— ¿La puedo ayudar en algo? — le pregunto, ella sonríe y niega con la cabeza, pero yo le insisto— Estoy aburrido doña Rosa, deme algo que hacer.

—Anda a estudiar— me dice poniéndose seria.

—Ya estudié dos días seguidos pues, me voy a quemar los dedos si sigo tocando.

—Y tan lindo que tocas mijo, si algo te escucho cuando ando por aquí... — dice y me sonrojo al instante— ya bueno, anda a ayudarme en el jardín.

Me pone a cavar un agujero para cambiar una planta de lugar, podría quedarme aquí, podría vivir extrañando Chile y quedarme en este lugar, antes de llegar acá se me pasó por la cabeza la opción de pedir ayuda en la universidad, pero ahora que no me atan más que dos tumbas en el cementerio general, la idea toma forma, se vuelve una opción real. No es el día para decidirlo, el tiempo dirá.

— ¿Qué estamos plantando? — pregunto, limpiándome el sudor de la frente.

Doña Rosa me pasa con cuidado la mata y dejo la raíz en el suelo para cubrirla con tierra de nuevo.

—Unas Dalias— responde ella— agachándose a mi lado y tirando más tierra, cubriendo por completo la raíz.

Podría considerarlo todo un simbolismo, echar raíces en tierra ajena, o podría dejar de querer interpretar la simple vida como pistas que descifren el futuro.

Ella me mira, con su sonrisa ancha y sus ojos que se achinan como los de Keith.

Tengo el corazón dividido hoy. Quiero a mi mamá, pero no a los huesos que descansan en un espacio minúsculo en el cementerio más feo que pueda haber, quiero a mi mamá cantándome, abrigándome del viento de septiembre con su camisa escocesa, con mi camisa. Quiero estar en Chile pero necesito alejarme de mis fantasmas, o aprender a vivir con ellos sin caer en la condena genética de la depresión. Quiero que la señora Rosa me dé más flores para plantar y que llegue Keith porque la angustia hoy día está pudiendo conmigo.

Simón y KeithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora