No sé cómo sentirme referente a su historia, no comprendo cómo alguien puede estar con otro sin estar de acuerdo a su estilo de vida, soportando todo lo que eso implica... Debe de doler, eso es lo único que sé, incluso si solo buscaba compañía como dice, en algún minuto debió lastimarlo. Debió de quererle mucho, porque es la única razón coherente para sopórtalo, por eso no puedo creer que no fuesen nada ¿Cómo el vivir juntos, quererse y tener contacto físico puede no tener significado? A otro perro con ese hueso, no te resignas a vivir así sin ser una pareja de verdad. En ese caso... ¿Porque andar con alguien más si ya lo tenía a él?
No busco juzgarlo al pensar todo esto, sino llegar a comprenderlo, hallar algo que me convenza de creer sus palabras, porque quiero hacerlo, creer no estaba jugando conmigo, que no fui un idiota que se dejó engañar por una sonrisa y unas cuantas miradas, que no soy el único sintiendo este afecto crecer dentro de mí.
—...Pero puedes confiar en mí y verlo por ti mismo.
Confianza, eso es lo que pide, que crea su historia pese a lo ocurrido... No puedo tan pronto, pero puedo darle la oportunidad de ganársela.
Me recargo más en la puerta e intento serenarme, César me lo había dicho, si quería arreglar esto debía hacerlo con la cabeza fría, procesar bien lo que dice y ver todo desde dos puntos de vistas. Abro la puerta y él está parado ya frente a mí, nos miramos un segundo y le permito pasar. Cierro y me acerco a la cama, donde ya está sentado.
— Si lo que quieres es un perdón, te lo daré — miro al piso, intentando buscar palabras adecuadas para todo — pero la confianza... Esa quizá debas ganarla otra vez.
— Lo sé, no esperaba otra cosa.
— Y si esto es solo por no sentirte solo, detente...
— No terminaría con Diego si ese fuera el caso ¿Algo más que te preocupe?
El Keith de siempre lo hubiera dejado hasta ahí, decirle que lo perdono y dejarme consumir por las inseguridades que surgieron de este suceso hasta que fueran demasiadas para mí y estallara. No es sano, no si realmente quiero perdonarlo y en un futuro iniciar algo más serio.
¿Por qué sigo queriendo algo con quien me hizo llorar y sentir usado? Porque lamentablemente soy el tipo de pendejo que no deja de sentir en un abrir y cerrar de ojos, no importa el daño que me pudieran haber hecho.
— No soy como él, yo no creo en esas libertades, no creo. ¿Quieres esto?
— ¿Porque lo dudas? El que yo venga aquí, a poco menos rogarte, a decirte que todo lo mío con Diego está acabado ... pensé que lo dejaba claro — estira su mano buscando la mía — tienes razón, no lo eres y eso es lo que me gusta — sonríe — no busco ni quiero algo igual Keith... ¿Lo comprendes?
Asiento mientras me acerca jalando mi mano, por primera vez lo miro a los ojos y sigue sonriendo. Dicen que puedes saber si alguien miente o no con solo mirarlo a los ojos, no creo en ese tipo de patrañas, pero si lo hiciera, solo si lo hiciera, no tendría duda de que me está siendo honesto.
— ¿Total sinceridad desde ahora? De parte de los dos, no puedo exigir algo que no doy.
— Claro — me abraza y yo recargo mi cabeza en la suya — es una promesa. No más sorpresa, empezamos de cero.
— De acuerdo — susurro cerrando los ojos y correspondiendo su abrazo.
Quizá la confianza no se recuperará tan fácil, pero si quiero darle una oportunidad de remediar todo, debo hacer un lado este mal entendido, creerle y permitir me demuestre que no me equivoque al hacerlo.
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Simón y Keith
RomanceSimón: "...- ¿Qué te pasa Simón? - pregunta, regañando, aunque luego estalla en risa, acomodándose el cabello que ahora le cae mojado sobre la frente. No lleva sus anteojos y no sé si sea la luna, la oscuridad, el paisaje o solo mi cabeza. Es el chi...