Tres de la madrugada, el sueño a tope, una taza de café y aun me faltan dos temas por revisar. Simón ve que estoy despierto e insiste que me duerma, que dos temas no son nada comparados a todo lo que se supone que ya sé, pero con mi suerte no quiero arriesgar nada.
Lamentablemente el sueño me gana y termino dormido en el escritorio, agradeciendo tener alarma porque de no tenerla estoy seguro que no despierto ni aunque César me tire agua fría.
—Deja ya ese libro, solo te revolverás más— me regaña César en el transporte.
Intento aprender lo que no estudie, o al menos leerlo y rogar que algo se me pegue. Me quita el libro enojado por verme tan estresado, intento volver a quitárselo, pero es imposible con su altura y los movimientos del camión.
—Solo un poco más— estiro la mano pero él se mueve para bajar— ¡es trampa!
Al bajar veo que guarda el libro en su mochila y lo doy todo por perdido. Sigo alegando, pero no logro nada, él insiste en que repasar antes del examen no me hará bien, que solo terminaré revolviéndome todo como la otra vez. No puedo negarle ese hecho, pero prefiero pensar que fue casualidad...aunque estaba igual de cansado y con sueño, odio tener que darle la razón.
—Intentaré relajarme entonces— suspiro— es mi último examen además, el ultimo ordinario.
—Todo saldrá bien, concéntrate, confía en lo que sabes y todo saldrá bien— me anima antes de separar camino hacia su salón.
El examen si me resulta algo complicado, pero estoy seguro de poder pasar con el promedio que llevo hasta ahora en la materia, es lo que me calma, aunque sigo pensando en que debí repasar una vez más antes de iniciar el examen.
—Qué suerte tienes, presentarte hoy y tener el resto de la semana libre— Dan se sienta en el pasto, nos encontramos después del ordinario y nos quedamos a hablar un poco— yo aún tengo que venir mañana.
—Al menos será el último, te aplicaste más este semestre.
—¡Tuve que! No iba a reprobar de nuevo, además gracias a Jessica y Ted agarré un poco el habito de estudiar días antes.
—Eso es bueno... Hablando de ellos ¿Cómo estan? Ellos y tú, claro— pregunto, interesado en mis amigos.
Este último mes me vi dedicado a mi trabajo y escuela más de lo normal con tal de poder tener las condiciones ideales para irme, el poco tiempo libre solo se lo dediqué a Simón. Daniel me cuenta que todo ha estado bastante tranquilo, Ted da clases aun en la primaria y sigue en una relación con Vania, Jessica tuvo un gran proyecto y no pudo exentar por lo que discutió con sus amigas, en cuanto a él dice que no se puede quejar, extraña a Ted como compañero de cuarto y si bien no exentó ninguna materia lleva un promedio que le permitirá pasar al siguiente semestre. Nos quejamos de los profesores que solo cuentan sus vidas y acordamos que, ahora que el semestre acabó, debemos salir todos al menos una vez.
—Mañana habrá un partido de Futbol del equipo de la universidad y César jugará, podríamos ir todos.
—Claro, suena bien— comienza a teclear en su celular— les avisaré a los demás para que no hagan planes.
Ruego para mis adentros que puedan estar libres, antes de irme realmente me gustaría pasar tiempo con mis amigos.
— ¡Tú puedes cariño, patéales el trasero! — Pepe grita y chifla con sus dedos al ver a César salir al campo, lo hace sonrojar mucho y eso a mi amigo parece gustarle, pues sonríe con todas las ganas del mundo. Se ha venido en medio de un turno largo en el hospital, por lo que ni la bata blanca se ha sacado.
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Simón y Keith
RomanceSimón: "...- ¿Qué te pasa Simón? - pregunta, regañando, aunque luego estalla en risa, acomodándose el cabello que ahora le cae mojado sobre la frente. No lleva sus anteojos y no sé si sea la luna, la oscuridad, el paisaje o solo mi cabeza. Es el chi...