Simón: Milagro.

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Voy a enumerar porque son muchas cosas que decir y pocas palabras para decirlas.

Diego y el canal de YouTube tras el viral del video de Patience, el Instagram que estalla con 3k seguidores, yo sé que 3k seguidores no es demasiado, pero para mí fue impactante. Me gustaría decir que es cosa de talento, pero no lo creo, hay un factor de suerte en todo esto del reconocimiento, estar en el lugar indicado con la canción indicada y una historia que contar. Historia tengo para darles de sobra.

El canal de YouTube no lo uso mucho, pero al insta he estado subiendo a diario trozos de mis composiciones y está funcionando, funcionando a tal punto que incluí el video de la serenata a Keith, porque siempre lo he dicho, no pienso ocultarle a la gente que gusta de mi música quien realmente soy.

Pensé que me iba a jugar en contra, pero fue al revés. Los 3k seguidores se transformaron en 10k en cosa de días y Diego me insiste en que me levante de la cama para grabar porque hace una semana que no subo nada.

—Déjame hueon estoy cansado— reclamo, pero no se aburre el duende odioso, empieza a tirarme las calcetas.

— ¡Yo también estoy cansado! También serví mesas anoche y vengo llegando de estudiar... y mírame, no se me nota.

—No me importa a quien le vendiste el alma para no dormir pero déjame tranquilo— Keith estaría acurrucado aquí, durmiendo tranquilo hasta que se nos pasen los días y recuperemos el sueño de la vida entera, porque así es él. Pienso en la canción nueva que íbamos a grabar hoy, que vamos a grabar porque pensando en que quiero que Keith la oiga le doy una patada a Diego y me levanto— ya me levante, ya ¿Feliz?

— ¿Por qué voy a estar feliz? Estoy acumulando favores no más, cuando seas famoso y toques en el festival de viña me vas a dar el 10%...— reclama, paseándose por el piso de madera con sus plataformas negras que hacen crujir las tablas.

Camino por la costanera, cantando a todo pulmón y tocando fuerte para contrarrestar la leve contaminación acústica y el oleaje del mar bravo. La canción es melosa, Diego se burla con morisquetas exageradas mientras camina de espaldas grabándome.

Porque cuando naciste el invierno se hizo primavera, solsticio de otoño en mi trozo de mundo, solsticio de flores en tu pradera...— termino, mirando el mar porque mirar el lente me da un poco de vergüenza.

Los atardeceres estan llegando antes y las mañanas comienzan más tarde, antes no le tomaba el peso a la rotación de la tierra, no había otro extremo cuyo clima me importara, pero ahora que lo hay respiro primavera, la primavera que me salté... porque se me juntaron los otoños y si en el primero no sentí frio, en este me abrazo a la chaqueta. En Valpo sobra el viento como sobra todo, es parte del encanto.

—Deberías de ponerte como figura pública.

—Ya— respondo, ausente de la conversación— ¿Y que tengo yo de figura pública? —la morena ya usa la funda de mi difunta sirena, no sé cómo se sientan las dos al respecto, pero deben acostumbrar sus almas a la coexistencia.

—Eso hace la gente bacán.

—Obvio, soy súper bacán— digo irónico.

Nos pasamos la barrera de concreto y nos sentamos en uno de los roquerios altos de la playa carvallo para que Diego se fume un cigarro tranquilo, ya tendríamos que estar llegando al bar. Desde que la clientela aumento todavía más el local abre a las tres de la tarde e incluyó a su carta dulces y pasteles que sirven para entretener la tarde. Hay más gente en la cocina y en las mesas, nuestro nuevo turno empieza a las cinco y termina cuando el ultimo borracho haya salido por la puerta.

Simón y KeithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora