El doctor me pide que me calme mientras revisa algunos cables. Respiro, es lo único que me queda por hacer para evitar esta ola de sentimientos que me invade. Quiero correr, importándome un bledo mi condición correr y pedirle que se quede, pero mi cerebro me dice que no verlo es lo mejor para ambos, las cosas no funcionaran después de esto, nada lo hace después de una mentira así... Porque quiero creerle, pero no puedo, ¿Por qué me ocultaría algo que ocurrió antes de nosotros? ¿Dónde quedó la confianza?
Parece que ocultar ese tipo de información es algo común en él.
—Eres afortunado— dice el doctor, yo lo miro confundido— tu novio, realmente se preocupa por ti pese a estar en pésimas condiciones...
—No es mi novio— miro al techo, al blanco y vacío techo.
—Oh disculpa, es que él... Bueno, no importa, te dejo descansar.
La enferma le grita a José, el medico que puse incómodo. Lo regaña por estar aquí y no en consulta como se le ordeno. Él reniega un poco, revisa el suero conectado a mi brazo y se va.
No sé cuánto tiempo duermo hasta que la enfermera regresa a preguntarme algunas cosas, o eso creo escuchar porque mi mente no está aquí sino en la puerta. Me parece que hace nada Simón se fue y afuera ya están mis padres, hablando con otro médico y no dudo que les cuenten todo sin respeto a mis secretos. En la cara de mi padre veo la ira y en la de mi madre, mis miedos hechos realidad.
Él se va y mamá intenta retenerlo, lo escucho gritar que no quiere saber más de mí y me doy fuerzas pensando en que puedo soportar cualquier cosa que venga de mi padre, pero no podré sobreponerme al rechazo de ella.
La enfermera le da el paso, la miro antes de mirar mis manos, no hay donde ocultarlas, no tengo donde esconder el movimiento de mis manos.
—Lo lamento... yo no quería que esto pasara... te lo juro, perdóname mamá— suelto sin pensar.
— ¿Por qué? – pregunta ella.
—Te decepcioné... yo sé lo que piensas sobre esto, lo que esperabas de mi— ya no siento mi cuerpo dormido por la anestesia y puedo hablar bien a pesar del dolor— aun así, te decepcioné.
—Si eso es lo que crees, entonces yo te fallé.
—No... no, no, no. Siempre me has cuidado, a todos, nos apoyas y nos amas, eres la mejor madre...
—No Keith, no te di la confianza para decirme algo así. Te hice esconderte y pasar por esto solo.
—Pero eso yo decidí hacerlo— la interrumpo— no quería darte más problemas... no quería que te decepcionaras de mi... no quería perder tu cariño.
—Eso prueba lo que digo... si fuera una buena madre no hubieras sentido que debías ocultarte— su voz suena entrecortada, está llorando, yo la hice llorar— no hubieras dudado que tu madre te seguiría amando no importando nada.
—No dudo de ti.
— ¿Entonces porque...?
Su llanto se incrementa y no puedo evitar llorar también, es un reflejo involuntario al verla así.
La lastimé, desconfié de ella y de su amor. El problema no es ella... ¿Cómo va a serlo? Jamás fue egoísta, todo lo que hizo alguna vez lo hizo por nosotros, veló porque nunca nos faltara nada y si en algún momento nos descuidó fue por seguir preocupada de su familia. Nos apoyó en cada decisión, peleó con el mundo cuando dije que quería estudiar artes y mi familia esperaba que fuera médico.
![](https://img.wattpad.com/cover/143987570-288-k741198.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Simón y Keith
RomantizmSimón: "...- ¿Qué te pasa Simón? - pregunta, regañando, aunque luego estalla en risa, acomodándose el cabello que ahora le cae mojado sobre la frente. No lleva sus anteojos y no sé si sea la luna, la oscuridad, el paisaje o solo mi cabeza. Es el chi...