—¡Hermanita, hermanita! —Escucho la voz de Emmy que me hace despertar rápidamente.
—¿Qué sucede Emmy? —pregunto preocupada.
—Tuve un sueño muy feo, quiero dormir aquí —dice con lágrimas en los ojos, ese simple gesto me parte corazón.
—Tranquila —respondo acariciando su cabecita al momento que la recuesto sobre mi cama. No pasa mucho tiempo cuando entramos en un profundo sueño las dos.
***
El sonido del móvil me despierta y al ver la ventanilla me doy cuenta que se trata de Sam. —¡Hi! —saludo un poco adormilada.
—¡Hola!, estoy muy nerviosa y eso que aún faltan cinco horas. —Su voz ansiosa deja ver la misma preocupación y alegría que la mía.
—Aún falta un buen rato, todo saldrá bien —comento relajada, aunque al mismo tiempo imaginando como sería darle unas patatas en el trasero por haberme despertado.
—Ya lo sé, sólo llamaba para molestarte, no tengo nada más que hacer —dice divertida—, ¡Nos vemos luego Ann! —añade y terminamos la llamada.
Emmy ya no está en mi cama, aunque bueno, son las diez de la mañana, apenas una perezosa como yo seguiría dormida a esta hora. Me pongo de pie y me dirijo a la cocina, iré preparando algo para desayunar.
Bajo las largas escaleras de madera llegando a la sala de estar, sigo caminando por el pasillo en dirección a la cocina y al entrar me doy cuenta que Emmy se encuentra jugando con Amelia, cada vez falta menos tiempo para que se vaya y eso cada vez me preocupa más.—¿Están divirtiéndose? —Me adentro preguntando y Emmy rápidamente se balancea sobre mí.
— ¡Sí!, mucho.
—Eso es genial. —Me acerco a ver lo que estaban haciendo y de inmediato se dibuja una gran sonrisa en su rostro que me deja satisfecha.
Amelia se encuentra preparando la lista para llenar la despensa, algo que le agradezco muchísimo. Por lo tanto yo me pongo a preparar unos sándwiches con un licuado, mientras que Emmy busca alguna caricatura en la televisión. Está tan emocionada, ya que pronto cumplirá seis años y entrará a la escuela primaria, debo conseguir un trabajo porque no quiero seguir gastando el capital que nos dejaron nuestros padres. Emmy está muy alegre porque dice que conocerá muchos amiguitos, eso es muy bueno para su desarrollo y para que salga adelante de todo lo que ocurrió, a su edad no debe ser nada fácil lidiar con eso, en realidad, para ninguna edad.
Comienzo a desayunar mientras busco en el diario los empleos disponibles, no tengo muchas opciones pero espero que al menos me hablen de alguno a los que ya entregué solicitud, si no, tendré que buscar por otras partes, aunque a decir verdad no pensé que fuera tan difícil encontrar un buen trabajo. Después de observar nuevamente un par de opciones comienzo a marcar las posibles ofertas en las que me pudieran contratar. Termino mis sándwich y lavo todo lo que ensucié rápidamente.
Me dirijo a la sala para ver si Emmy sigue viendo televisión o se durmió, al entrar confirmo que sigue viendo unas caricaturas, así que subo las escaleras y me dirijo a mi habitación.
Me recuesto un momento sobre la cama y con mi laptop pongo una película para hacer tiempo en lo que llega la hora de irme. Me gustan las películas de terror porque aunque no son muy realistas, tienen mucho suspenso y algunas tramas están demasiado buenas, he de confesar que me aburren un poco las películas de ciencia ficción, fantasía o románticas, creo que siempre tienen cosas muy lejanas a la realidad, las típicas donde la princesa besa al sapo y se convierte en príncipe, junto a todas esas tonterías, ¿En que habrían pensado cuando las hicieron?.
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El arte de amar
RomanceAnnette Collins es una chica que nace con el arte en su sangre, su mayor deseo siempre ha sido lograr ser una bailarina de ballet profesional y reconocida por el mundo, todo se complica cuando por azares del destino, se queda sola con su hermana men...