capítulo 27

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*JAMES EN MULTIMEDIA

-¡Oh!, Lo siento tanto Dooren, pensé que James ya te había dicho de nuestro hijo -suelta Scarlett con fingida pena mientras voltea hacia mí mostrándome una sonrisa triunfante.

-Creo que ya podremos hablarlo en otro momento, esta no es la ocasión -responde Doreen mostrando educación en todo momento.

-Así es Scarlett, estamos para celebrar los logros del corporativo -tercia James y veo como ella suelta un mohín inconcientemente.

-Claro, tienes razón, no es el momento. -Intenta esbozar una sonrisa pero puedo ver la rabia saliendo de los ojos de Scarlett, le ha jodido que Doreen le respondiera así, y que James prosiguiera.

La veo alejarse y me relajo poco a poco, un minuto más que se quedara la pelos de guacamaya y la desgreño para después arrastrarla por toda la sala de fiestas como a un maldito trapeador. Siento el ambiente tenso y nadie dice ni una sola palabra. ¡Vaya mierda!

-Linda fiesta -digo para romper el hielo, aunque estos iceberg no se derriten tan fácil.

-¿De que familia vienes? Cuéntanos de tus padres. -Escuho la voz de el señor Esteban preguntarme, me ve intrigado y siento unas punzadas directo en el pecho, vaya forma de sacar plática.

-No te incumbe padre -interviene James con seriedad, me da un apretón en la mano y le agradezco sinceramente.

-¿Tan grave es lo que escondes muchacha? -suelta con ironía y aunque es el padre de James siento que no se merece ni un poco de respeto de mi parte, no tiene derecho a tratarme así.

-Papá, ¡Por favor! -exclama Jacob y lo observo intrigada. Me asombra que me defienda también.

-No escondo nada señor, sólamente no me interesa hablar de mis padres, como sabrá, a los muertos hay que dejarlos descansar. Y si le preocupa mi nivel económico, no, no soy una millonaria, pero tengo modales y valores, creo que eso vale más que cualquier dinero. -Mi voz es dura, no pretendo causar lástima, ni mucho menos compasión, no me dejaré pisotear por nadie, sea quien sea.

-¡Oh! En verdad lo siento. No pensé que... -Se disculpa Esteban sin lograr finalizar alguna oración.

-Seamos sinceros, eso me va mucho mejor -respondo con una sonrisa fingida, aunque por dentro traiga al mismísimo demonio.

-Me parece perfecto -dice por último con una gran sonrisa, aunque hay algo en él que no me termina de convencer.

Se levanta de la mesa después de decirle algo a su esposa al oído, veo que James también se va y me quedo pensativa, solamente con Dooren, Rachel, y Jacob. Mis nervios están de punta, me siento un poco incómoda con esta situación. Para mí suerte llega el mesero con una charola llena de bebidas, me ofrece y acepto, enseguida la coloca y se retira no sin antes despedirse.

-Lamento el mal momento. -Se disculpa Jacob en nombre de su padre.

Parece estar apenado, y su gesto es sincero. Agradezco saber que por lo menos no les caigo mal a todos.

-No pasa nada -suelto intentando restarle importancia a lo sucedido, intento esbozar una sonrisa, aunque no sé si lo he conseguido.

-No le des importancia a los comentarios de mi padre. -Escucho la voz de Rachel y casi tiro el vino que apenas comenzaba a beber.

-¡Rachel! -sentencia la señora Dooren mostrando advertencia ante su comentario. Me quedo en silencio y me abstengo de protestar, cuando abro la boca solo es para empeorar las cosas.

-Solo digo la verdad mamá, iré con Brigitte -añade despreocupada y veo el rostro de Dooren tensarse.

Rachel se va enseguida junto con Jacob, nos quedamos solamente Dooren y yo, me siento tan fuera de lugar y quisiera esconderme debajo del mantel que cubre la gran mesa, pero no estoy tan loca, aún no llego a ese extremo.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora