capítulo 61

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Después del susto que me di en la mañana, decidí subir a la habitación y darme una ducha. Mi día no había comenzado tan bien, y debo decir que tampoco lo siguió. ¿Por qué? Muy simple... Me vi como una idiota cuando James descubrió que hubo strippers en la despedida de soltera de Natalia, y aún así le hice un estúpido drama por que una chica bailó cerca de él. ¡En fin! A mí también me bailaron, aunque no pude evitar morirme de celos.

-Te prometo que no pasó nada, cariño -dice James mientras nos dirigimos al hotel.

-Pero estabas ebrio. -Le recuerdo con preocupación. ¿Y si pasó algo de lo que no se acuerde?

-Tampoco lo estaba tanto, bebimos un poco, después regrese a casa de Hardin, quién estaba aún peor que yo, pero recuerdo cada instante, no tienes nada de que preocuparte. -Me asegura esbozando una sonrisa e intento relajarme.

-Espero que así sea James -susurro sin esperar que en verdad lo escuche.

-Y los strippers... ¿Estaban bien? -pregunta curioso, haciéndome reír.

-¿Estás celoso? -cuestiono divertida.

-¿Tú lo estabas no? -replica dejándome sin palabras, tiene razón.

-Estaban bien, pero no hay punto de comparación contigo -suelto después de un tiempo en silencio-. ¿Y la chica? -pregunto intrigada, observando su rostro con cautela.

-Una mujer más, como todas. Ninguna como tú, pequeña -responde acariando mi mejilla con dulzura y sus ojos me observan deseosos, haciéndome sonrojar.

Por fin llegamos al hotel y nos despedimos de Rafael, quién vendrá por nosotros en la tarde.

-¿A qué hora vendrá Sam con Emmy? -pregunta James al adentrarnos a la gran infraestructura.

-En una hora -digo siguiéndolo.

Después de adentrarnos nos hemos quedado recostados en la cama por una hora, esperando a que Rafael recoja a Sam y a Emmy en el aeropuerto.

-¿Qué tal vas con tus ensayos? -pregunta observándome con serenidad.

-Digamos que bien, pero debo admitir que la competencia está muy difícil -confieso resignada. No es que dudara de mis capacidades y de mi potencial, pero sabía perfectamente que mis compañeros iban a la par, y cualquier error, podría costarme muy caro.

-Sé que lo lograrás -intenta animarme al momento que acaricia mi mejilla con suavidad. ¡Qué fácil que todo fuera tan sencillo!

-¿Y si no? ¿Y si no entro? -suelto con tristeza. Una parte de mí quiere dejar de pensar esas estupideces, pero la otra sabe perfectamente que sigue siendo una posibilidad.

-Lo intentas nuevamente. Pero estoy seguro que no será necesario pequeña -responde con una sonrisa que me tranquiliza y me relaja de inmediato. Él tenía ese poder sobre mí, ese poder de hacerme sonreír o hacerme enojar tan fácilmente.

Escucho la puerta tocar y al abrirla aparece Emmy balanceándose sobre mí con rapidez. La recibo gustosa, respondiendo a su gesto de la misma manera. Enseguida saludo también a Sam quién parece muy emocionada, la invito a adentrarse y así lo hace.

Caminamos hasta una pequeña sala que se encuentra en el recibidor y James aparece justo en ese momento. -¡James! -chilla Emmy emocionada y se balancea sobre él con entusiasmo.

-Hola pequeña -Saluda él despeinado un poco su cabello con diversion.

-Mi hermanita me pondrá un vestido de princesa -comenta Emmy entusiasmada y el brillo que hay en sus ojos es cada vez mayor.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora