James POV.
Desearía que todo esto no hubiera pasado y que se tratara de una maldita pesadilla de la que pudiera despertar. No logro entender cómo Annette fue capaz de intentar matar a mi propio hijo... Eso jamás lo llegué a esperar de ella, y me duele descubrir lo que es capaz de hacer.
Tocan la puerta y doy autorización para que pasen. Elevo la vista y me encuentro con mi padre dirigiéndose hacia mí con una sonrisa falsa.
-¿Adivinas a quién acabo de ver? -suelta con diversión y puedo imaginar que habla de Annette.
-¿Qué necesitas? -Hablo molesto ignorando su pregunta.
-Esa chiquilla te volvió un maleducado -dice burlón-. ¿Ya vino a hacerse la mártir? Porque la acabo de ver saliendo de aquí -añade haciendo que mi paciencia se vaya al carajo.
-¡Ya basta! ¿Qué es lo que quieres? -replico molesto.
-Tu mujer saldrá hoy mismo del hospital, deberías ir por ella y cuidar que tu fiera no se le acerque nuevamente. ¿Sabes? Ya solamente faltan tres meses para que tengas a tu hijo entre tus brazos, tienes que estar al pendiente de Scarlett todo lo que resta del embarazo si es que quieres que tu hijo viva.
-Estoy consciente de eso. Pero bien sabes que Scarlett no es mi mujer, y tampoco lo será -aclaro sin expresión alguna. Comienzo a perder la paciencia con los comentarios de mi padre y lo peor de todo es que no puedo echarlo.
-De acuerdo, me alegra que por fin abrieras los ojos James, ahora debo irme porque tu madre me está esperando para almorzar, nos vemos luego. -Se despide y no me molesto en responder. Se aleja y cierra la puerta al salir de la oficina.
Ordeno los archivos que estuve realizando el día de hoy y guardo algunos documentos importantes en mi portafolio antes de irme.
-¿Algo más en que pueda servirle? -Esucho a danield preguntar y me giro hacia él negando con la cabeza.
-Es todo por hoy, muchas gracias -respondo y tomo el portafolio para salir de la oficina.
Camino hasta el exterior del corporativo hasta llegar al estacionamiento. Me subo al auto y enseguida lo pongo a andar, conduzco por algunos minutos hasta llegar a mi casa, pero por más que intento no puedo sacarme a Ann de la cabeza, está metida tan profundamente en mi que no hay espacio para nada más, ni siquiera para odiarla.
Aparco el auto y me bajo con calma, adentrándome al interior de la casa. Saludo a Reachel que se encuentra acostada en el sofá comiendo una bandeja de palomitas de maiz mientras ve una película. La extrañaba nuevamente por aquí ya que regresó a Inglaterra hace un mes y sólamente vino a pasar las fechas navideñas acá. Me alegro que esté nuevamente conmigo, esta casa es demasiado grande para mí solo, aunque no sé cuánto tiempo vaya a quedarse, ni siquiera sé si tenga pareja en Inglaterra.
-¿Está todo bien? -pregunta intrigada mientras me señala el lugar en el sofá para que me siente junto ella.
Así lo hago y me quedo en silencio recordando todo lo que ha sucedido.
-¿Es verdad que Scarlett está en el hospital? -cuestiona con seriedad y frunzo el ceño confundido. No había hablado con nadie sobre eso, sólo sé que Scarlett fue quien le contó todo a mi padre.
-¿Cómo lo sabes? -suelto en un gesto de confusión.
-Mi padre ya divulgó la noticia con toda la familia. ¿Qué fue lo que pasó? -Se muestra completamente desorientada haciéndome comprender que no sabe todo lo ocurrido.
-Annette tiró por las escaleras a Scarlett... Intentó matar a mi hijo -digo recordando ese doloroso momento. La imagen de Scarlett en el piso rodeada de sangre permanecía en mi mente, al igual que el rostro de Annette al ser descubierta por mi.
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El arte de amar
Lãng mạnAnnette Collins es una chica que nace con el arte en su sangre, su mayor deseo siempre ha sido lograr ser una bailarina de ballet profesional y reconocida por el mundo, todo se complica cuando por azares del destino, se queda sola con su hermana men...