Capítulo 7

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Últimamente no me han dado los tiempos para llevar a Emmy a la escuela así que ayer contraté el servicio de un transporte infantil. Una vez que termino de alistar a mi pequeña me despido de ella. Hoy tengo ensayo, en realidad nos tocaba ayer pero como fue mi cumpleaños, Celina quiso que pasara el resto del día con Emmy y lo cambió para hoy, en verdad le agradezco tantas atenciones.

Llega la señora Lizzie por ella y le doy un fuerte abrazo a mi pequeña, le deseo mucha suerte y enseguida se va. Lo bueno es que también la llevarán a la hora de salida al corporativo, así que no tendré que preocuparme por eso.

Me pongo el uniforme negro con chaleco Rojo y unas zapatillas negras. Me maquillo sutil y resalto mis labios de color Rojo quemado, una vez que  termino tomo mi bolso y enseguida me dirijo a la planta baja. El trabajo me gusta, no es muy agotador a veces, lo único que sí resulta serlo es escuchar todo el tiempo las peleas y soportar el humor tan cambiante de James, pero de ahí en fuera, todo excelente.

Subo a mi auto y me voy al corporativo, manejo aproximadamente diez minutos, para mí buena suerte el tráfico no ha estado pesado. Al llegar me adentro  y saludo a Laura, quién me recibe con su típica sonrisa, ella es una buena chica, quizá algún día nos hagamos buenas amigas. Espero no me escuche Sam porque le daría un ataque de celos.

La puerta de la oficina de James está abierta así que entro sin avisar. Al hacerlo me doy cuenta que no se encuentra en su escritorio, así que me dirijo a mi cubículo, pongo mis cosas en la gaveta y espero a ver qué hacer.

—De acuerdo, mañana a primer hora estaré allí. —Escucho la voz de James que va entrando a la oficina, así que me dirijo a ver si hay algún pendiente—. Buenos días —digo amable y él me responde de la misma manera.

—¿Hay algún pendiente? —pregunto esperando órdenes.

—Cualquier compromiso que surja el día de hoy, que sea a partir del jueves, mañana no me agendes nada. Ni mucho menos hoy por la tarde. Terminando tu turno nos vamos a Miami —suelta de repente y lo miro con el ceño fruncido. ¿Acaso escuché bien?

—No, no... Yo no puedo —titubeo preocupada, no me podía ir así nada más—. ¿Qué haré con Emmy? Para empezar no puedo dejarla, además saliendo tengo que ir a la academia, a mi no me dijeron que estos viajes eran parte del contrato.

Me observa con serenidad y niega con un gesto repetidamente.  —Annette, por algo eres mi asistente personal, debes estar donde yo te necesite, tenemos una junta muy importante con una empresa que quiere asociarse con el corporativo, te ocupo allí, sin excusas —habla con seriedad, sus ojos se mantienen inexpresivos y puedo adivinar que no tengo elección— No puedes dejar a tu hermana con algún familiar?

Sus palabras llegan como cuchillos, haciendo que mi corazón lo resienta.  —No tengo familia —respondo indiferente y veo como su rostro se torna apenado. Odio esa mirada, odio esos malditos gestos de lástima.

—Lo lamento. —Se disculpa al darse cuenta de sus palabras—, podemos llevar a Emmy, seguro que le encantará —suguiere y me quedo boquiabierta.

Lo pienso por unos instantes pero no me parece una buena idea, no puedo sacarla de la escuela así nada más. —No puede faltar a clases, acaba de entrar —respondo preocupada. ¡Joder! No pensé que este trabajo me complicara tanto.

—Un justificante, entrega uno y ¡listo! Te ocupo Annette, sea como sea tienes que venir conmigo —Ordena un poco molesto y bufo sin tener otra opción.

Me siento en la silla del escritorio y me pongo a pensar en ese estúpido viaje. No podía llevar a Emmy ya que debía ir a clases, además estaría trabajando, no podría cuidarla. ¿Dónde la dejaría ese largo tiempo que duran las juntas? —¡Ay no! —exclamo en voz baja. Tenía que pensar algo, no quiero que me despidan, ocupo este trabajo para mantener el patrimonio que mis padres nos dejaron. Entonces Sam aparece en mi cabeza, ¿pero cómo le podría pedirle que cuide a Emmy? No me gusta cargarle tanto la mano, se que es mi mejor amiga y me ayudaría sin dudarlo pero no quiero abusar de ella, así que lo dejo como última opción en lo que pienso que hacer.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora