James POV.
Veo el reloj me doy cuenta que ya casi es la una de la tarde. Me apresuro a guardar mis documentos en el portafolio para salir enseguida. Necesito ver cómo sigue Ann, la vi demasiado preocupada y eso me dolía, pero la entiendo perfectamente, no debe ser fácil acompañar a tu mejor amiga en momentos tan delicados, además que son casi como hermanas.
Cuando llegué a casa me dió tanta ternura verla dormida, se veía tan frágil y cansada que no quise ni siquiera despertarla para avisarle que habíamos llegado. Quité sus prendas de su cuerpo absteniéndome de las ganas inmensas que me surgían por devorar su piel una y otra vez, busque una camisa mía y se la puse sobre su cuerpo casi desnudo. Logré dormir muy poco, tenía algunos pendientes en el corporativo que debía resolver, pero Rachel ya estaba al tanto de todo, y me ayudó con algunos encargos.
La puerta se abre sacándome de mis pensamientos. —Buenas tardes, disculpe la molestia, quería pedirle permiso para poder salir antes a comer, sé que aún faltan veinte minutos pero me salió un imprevisto. —La voz de Laura adentrarse tímidamente a la oficina me hace salir de mis pensamientos.
—Sí, claro... ¿Algún problema? —pregunto intrigado. No acostumbro a meterme en los asuntos privados de mis empleados, pero hay ocasiones en que necesitan algo más de tiempo libre y no tienen el valor de pedirlo.
—Algo así, pero no me llevará mucho tiempo —responde dudosa.
—De acuerdo, cualquier cosa avísame, con toda confianza. —Me despido cordialmente mientas me agradece y responde a mi despedida.
Salgo del corporativo y me subo a mi auto, lo pongo a andar y me dirijo a casa, espero que Ann ya esté despierta, aunque quizá sea mejor que esté dormida aún y así pueda sorprenderla. Aparco el auto en la entrada después de un trayecto no muy extenso, saber que Ann me espera adentro me hace sentir un cosquilleo. ¡Nunca pensé sentirme como un adolescente enamorado! Menos a mis veinticinco años.
—Buenas tardes Joven. —Me recibe Eva sonriente al abrir la puerta.
—Buenas tardes, ¿Han traído ya a Emmy, hermana de Annette? —pregunto intrigado.
—Sí joven, está en la sala de estar viendo el televisor. —Me adentro y veo a Emmy muy entretenida frente a la pantalla, me acerco a ella y me abraza rápidamente al percatarse de mi presencia.
—¡James! ¡Te llevaste a mi hermanita! La extrañé. —Sus palabras me causan tanta ternura, su gesto con el ceño fruncido me hace reír un poco, aunque intento disimularlo.
—Había un asunto que arreglar pequeña, prometo compensarlo. —Me pongo en cuclillas quedando a su estatura y ella coloca su palma de la mano abierta enfrente de mi.
—¿Y eso? —pregunto intrigado sin entender.
—Chocalas —suelta de repente y me echo a reír. Vaya, no imaginé que se refiriera a eso. Después de reír un poco acerco mi palma chocándolas divertido, y ella se muestra de la misma manera.
Subo a mi habitación dejando a Emmy viendo una caricatura, ¡Con que facilidad se entretienen los niños! Abro la puerta al llegar y una gran sonrisa se dibuja en mi rostro al ver a Annette vistiéndose, verla en ropa interior hace que mis hormonas se calienten en este momento. ¡Joder!
Me acerco sigilosamente hasta su lugar y poco antes de llegar se gira dándo un grito al verme. —¡James! ¡Me matarás de un susto! —se queja asustada y sin querer risas escapan de mi boca.
—Lo siento Ann, no quería asustarte —respondo apenado, sus bellos ojos color miel me ven con negación pero sus labios no pueden ocultar la risa que hay debajo de esa faceta de molestia.
ESTÁS LEYENDO
El arte de amar
RomanceAnnette Collins es una chica que nace con el arte en su sangre, su mayor deseo siempre ha sido lograr ser una bailarina de ballet profesional y reconocida por el mundo, todo se complica cuando por azares del destino, se queda sola con su hermana men...