capítulo 59

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Regresamos a Denver en dos horas, y enseguida nos dirigimos a casa de Sam para recoger a Emmy. Me siento como en un sueño al estar en el mismo auto de James nuevamente, con él conduciendo a mi lado, absorbiendo su fragancia y sintiendo la paz que tanto deseaba.

-¿Estás cansada? -pregunta James sin desviar la vista de la autopista.

-Un poco, pero nada importante -respondo esbozando una sonrisa de felicidad, por más cansada que me encuentre creo que nunca había estado mejor.

Aparcamos en casa de Sam y James se adelanta a abrirme la puerta de copiloto, bajo del auto tomando su mano y comenzamos a caminar hasta el portón una vez que cierra la puerta.

Toco el timbre y enseguida la puerta se abre, mostrando la silueta de la señora Sarah, quién me recibe con mucho cariño. -¡Annette! ¡Qué gusto verte! -Saluda amablemente abriendo el portón.

-Lo mismo digo, ¿Como ha estado? -pregunto cortés rodeando su cuerpo en un cálido abrazo.

-Muy bien cariño, gracias por preguntar -dice respondiendo a mi abrazo.

-Bienvenido James, ¿Qué tal todo? -Se dirige ahora a mi novio saludándolo con un abrazo.

-Muy bien señora, gracias -suelta con agradecimiento.

-No me digas señora, dime Sarah, recuérdalo -bromea divertida y él asiente solamente.

-¡Pero pasen! Están en su casa... Adentro está Sam con Emmy -añade Sarah y la seguimos hasta adentrarnos junto a ella.

Justo al pisar el interior de la casa escucho los gritos de felicidad de Emmy e instantáneamente corre a envolverme con sus pequeños bracitos. -¡Te extrañé! -exclama con ternura.

-Y yo a ti princesa, ¿Como te portaste? -cuestiono divertida con una mirada acusadora.

Voltea a ver a Sam con una sonrisa delatadora y responde al instante. -Muy bien, ¿Verdad amiga? -Desvía la mirada hasta Sam con un gesto angelical que me causa gracia.

-Claro que sí pequeña -responde Sam siguiéndole el juego, lo que me hace reír aún más.

-Algo me dice que hiciste algunas travesuras -insisto en forma de juego y ella se echa a reír al instante, delatandose sola.

Veo a Emmy correr hasta James y lo abraza al instante, tal perece que no se había percatado de su presencia. James se pone en cuclillas quedando a la estatura de mi hermana y la recibe gustoso con un fuerte abrazo.

-¿Me llevas al parque?. -Le pide Emmy de forma suplicante, apenándome por la situación. Seguramente James tiene muchas cosas que hacer ya que no fue a trabajar casi en todo el día.

-¡Claro que sí! Pero dile a tu hermana si puede, por que alomejor está cansada de ensayar -inpdica James y ella asiente dirigiéndose ahora hacia mí.

-¡¿Podemos ir?! ¡¿Podemos ir?! ¡¿Podemos ir?! -exclama insistente con una gran sonrisa dibujada en el rostro que no me deja otra opción que no sea aceptar.

-De acuerdo, vayamos -digo finalmente acariciando suavemente su mejilla.

Después de despedirnos de Sam y de Sarah nos dirigimos al jardín botánico. Todo el transcurso Emmy nos cuenta cómo fue su día de escuela y también nos comenta todas las cosas que hizo en casa de Sam, delatandose ella misma con sus travesuras.

Llegamos finalmente al jardín botánico y aparcamos en el estacionamiento. Bajamos y comenzamos a caminar los tres en dirección a la entrada. El lugar está completamente rodeado de áreas verdes, una vista increíble de flores y plantas de diferentes especies que hacen una maravillosa variedad. Un lugar agradable para pasar una tarde en familia y disfrutar de la vista y aire tan refrescante.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora