capítulo 63

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Por fin el gran día casi llega, estoy a tan solo un día de saber mi destino. Mañana será la prueba final donde tendremos que demostrar todo lo que aprendimos, mentiría si digo que no estoy nerviosa, ¡Lo estoy! ¡Y mucho!. Ese día podría ser el inicio de algo grande para mí, o también, podría ser el fracaso total. Pero no me rendiré, no esta vez.

He estado ensayando horas extras en este último mes, quiero que todo salga a la perfección, y al parecer mis compañeros también buscan lo mismo. Todos son tan talentosos que es lo que me da tanto miedo, aunque he mejorado muchísimo desde que entré... Sólo espero que todo salga bien, justo y como lo he planeado en tantas ocasiones.

-¿Estás bien? -pregunta James frotando mis brazos con sus cálidas manos.

-Nerviosa, pero todo en orden -confieso agradecida por su preocupación.

-Sabes que todo saldrá excelente. Recuerda que debes confiar en ti. -Acuna mi rostro entre sus manos, brindándome todo el apoyo que necesito en estos momentos.

-Tienes razón -afirmo sintiéndome plena.

He practicado tanto que siento mis piernas ya agotadas del cansancio. Celina me ha prestado la academia para poder ensayar todo el día, y James, Sam y Emmy me han acompañado en todo momento.

-¡Ya baja de ahí! Te ves muy cansada. -Percibo una voz que me grita desde los asientos.

-¡Lo estoy! -respondo divertida.

Bajo del templete y me dirijo a dónde se encuentran ellos, James me observa sonriente, y al llegar hacia él me da un casto beso en la frente. -Creo que necesitas un baño -bromea Sam tapándose la nariz con los dedos.

-Te golpeare un día de estos -Suelto entre risas.

-Oh, ¡no! Ni te atrevas -dice amenazante y se echa a reír también.

Regresamos a casa en el auto de James, Sam se quedará a dormir esta noche en mi casa, ya que quiere estar conmigo mañana, en ese día tan importante para mí. Los nervios aumentan cada vez más en cada minuto que pasa, saber que estoy a solamente algunas horas de mi gran oportunidad me hace sentir una felicidad tan satisfactoria, pero a la vez, tan desesperante.

Una vez que llegamos, Sam me ayuda a preparar algo de cenar, esta vez hemos decidido hacer un spaghetti de queso crema y pan sazonado. Todo lo que tenga que ver con pastas le encanta a Sam. -Tengo hambre -habla Emmy al entrar a la cocina.

-Ya casi está listo esto. -Sam le muestra el sartén con una sonrisa satisfactoria.

-¡Yupi! -Chilla Emmy emocionada.

Por fin terminamos de preparar la cena y servimos la mesa para comer. James parece no haber probado bocado en todo el día, ya que termina su cena casi al instante de ponérsela enfrente.

-Creo que alguien tenía hambre -suelto burlesca.

-En realidad sí, y bastante -confiesa sin pena y me echo a reír.

***
¡Por fin el gran día! Me despierto con toda la energía del mundo, y una sonrisa que pareciera que se saldrá de mi rostro. Me siento tan entusiasmada que ya quiero terminar con todo este manojo de nervios andando. -¡Samantha! ¡Ya despierta! -chillo moviendo su cuerpo de un lado a otro.

-¡Mmm! -gruñe tapándose el rostro con la almohada.

-Si se te hace tarde te dejaré -miento descaradamente y ella reacciona de inmediato.

-¡Ya voy! -exclama sin mucho interés de levantarse, lo que me provoca mucha risa.

Me ducho rápidamente dejando a Sam en la cama. El agua fresca me relaja y me ayuda a despertarme por completo. Me siento tan fresca que me pongo a cantar a todo pulmón sin importar si se escuche por toda la habitación. ¡Me importa un reverendo cacahuate si alguien me escucha!.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora