Me remuevo en las sábanas un poco hasta que finalmente me despierto por completo. Doy un largo bostezo y de pronto me percato que James no está, veo el reloj y son las nueve de la mañana, no creo que haya salido tan temprano. Veo una nota sobre la mesa que está justo al costado de la cama y la tomo inmediatamente.
Tuve que ir a Denver por un asunto importante del corporativo, estabas tan tranquila durmiendo que no te quise despertar, Rachel está en la habitacion de huéspedes por si se te ofrece algo, ella te llevará el desayuno en cuanto despiertes, si te levantas antes puedes marcarle desde tu móvil. Si necesitas algo no dudes en llamarme, te amo, pequeña.
Sonrío al leer su nota, a pesar del trabajo no deja de estar al pendiente de mí. Hago lo que me dijo y le marco a Rachel, quién me responde de inmediato, pareciera que estaba esperando mi llamada. -¡Has despertado cuñada!
-Sí, eso parece -bromeo provocándole unas carcajadas.
-En un momento voy a tu habitación -responde amable.
-De acuerdo, de aquí no me voy -suelto divertida y finalizo la llamada.
James POV.
Espero que Ann no se enoje si se entera de lo que haré, no me gusta mentirle, pero no quiero ponerla más nerviosa de lo que ya está, verla ayer destrozada me partió el corazón, y supongo que esa pesadilla debió ser causa de las secuelas que le dejó el accidente. Y todo por culpa de alguien que quería verla sufrir.Llego a Denver y lo primero que hago es poner el auto en marcha, el licenciado que está llevando el caso aún no tiene las suficientes pruebas del causante, pero estoy seguro de quién es. Conduzo intentando no perder el control, me siento desesperado, pero sé que debo tranquilizarme.
Aparco el auto justo en la entrada y bajo rápidamente, camino hasta la puerta principal y toco el timbre repetidas veces hasta que finalmente alguien me abre. -¿Qué se le ofrece joven? -pregunta la señora al abrir la puerta.
-Necesito hablar con Scarlett, dígale que es urgente por favor.
La mujer asiente y cierra la puerta nuevamente, espero recargado sobre la pared hasta que me dan respuesta. -Dice que no tiene nada que hablar con usted, pero que solo le dará cinco minutos -explica y asiento. En realidad esperaba que reaccionara peor.
Me adentro a la casa y la mujer me dirige hasta la sala de estar, donde se encuentra la pelirroja. -¿Qué te trae por aquí? -pregunta con una sonrisa torcida.
-Quiero que hablemos, sé que has sido tú la causante del accidente de Annette, y si confiesas, tu condena puede ser menor, de igual forma estás metida en este lío -hablo desafiante, aunque en realidad la única prueba es la cinta del vídeo.
-¿Estás demente? No me importa ya lo que hagas de tu vida, ni lo que a esa niña le suceda. Puedes denunciarme si quieres, pero no tendrán pruebas para encerrarme, simple y sencillamente porque yo no tuve nada que ver con eso. Si sólo has venido a amenazarme te puedes largar de una buena vez -espeta con frialdad.
Su gesto de incredulidad me deja desconcertado. No veo en su rostro ni una pizca de mentira, al contrario, parece dolida. Un llanto de bebé se hace presente y ella se percata de inmediato. -Puedes irte -suelta antes de retirarse.
Decido que irme es la mejor opción, aún me encuentro muy confundido pero espero que podamos encontrar al culpable cuanto antes. Subo al auto y conduzco hasta llegar al corporativo, ya que estoy aquí tengo que manejar algunos asuntos pendientes. Al adentrarme me encuentro con Laura quién me saluda amable y me avisa que mi padre está en la oficina, le agradezco y camino hasta ahí, toco la puerta y enseguida responde mi padre dejándome entrar.
ESTÁS LEYENDO
El arte de amar
RomanceAnnette Collins es una chica que nace con el arte en su sangre, su mayor deseo siempre ha sido lograr ser una bailarina de ballet profesional y reconocida por el mundo, todo se complica cuando por azares del destino, se queda sola con su hermana men...