capítulo 79

186 13 3
                                    

El sonido de la alarma despertándome suena como el canto de los pájaros, y la baba que recorre por mi barbilla se siente como terciopelo, y no es que sea precisamente porque me guste despertarme temprano, si no porque el gran día es hoy. Finalmente veintiuno de diciembre, la boda, no, no, no es cualquier boda, es la mía. ¡Joder! Los nervios están comenzando a aparecer y eso que apenas va empezando el día.

Me levanto de la cama en un brinco y me calzo mis pantuflas de cerdito. Emmy aún debería estar dormida así que me voy directamente a la cocina a preparar el desayuno. Este día sería un poco atareado, ya que a las diez tengo cita con la manicurista, después viene el almuerzo, la ducha, y prepararme para la ceremonia.

Dejo todos mis pensamientos a un lado y comienzo a preparar unos paninis. Después de un rato le hablo a Emmy quien aún sigue dormida. ¡Vaya floja! Desayunamos juntas mientras platicamos sobre la boda, Emmy será quién lleve la cola de mi vestido y está muy emocionada por eso.

Siento que las horas transcurren lentamente y eso aumenta mis nervios cada vez más. Me tiro sobre la cama pensando en cómo se sentirá James, ¿Estará igual de nervioso que yo? Y como si fuera una bruja, maga, adivina ¡o qué sé yo!, mi móvil suena dejándome ver el nombre de James en la pantalla. Lo tomo inmediatamente respondiendo a su llamada.

—¿Cómo amaenció la futura señora de Anderson? —suelta vacilante.

—Muy bien, deseosa de que ya llegue el momento —respondo con un largo suspiro.

Continuamos platicando un buen rato hasta que escucho a Rachel apurando a James. —oh, ya ha vuelto —digo divertida.

—sí, es un monstruo enamorado —responde él burlesco y abro la boca sorprendida ¡Tiene que contármelo!—. Ahora debo irme pequeña, nos veremos más tarde, te amo.

—De acuerdo, también te amo —respondo alegre antes de cortar la llamada.

Después de hablar con James  espero hasta que la manicurista llegue, cuando por fin lo hace empieza a diseñar mis uñas con un bonito color nude, aperlado, y decoraciones sencillas, no quiero algo tan glamouroso.

***
Decido comenzar mi gloriosa paz mental con un delicioso baño de burbujas, pero como no tengo una bañera, me conformo con un buen regaderazo. Mientras tanto subo el volumen de la música y comienzo a cantar como loca, cojo también el envase de shampoo y lo uso como micrófono, dejándome llevar por la alegría y emoción del momento. 

Salgo envuelta en la toalla y me tumbo en la cama brincando de felicidad. —Que suerte que no has salido desnuda. —Escucho la voz de Sam que me hace brincar asustada.

—¡Joder! ¿Como entraste?

—¿Olvidas que me diste llaves? —rueda los ojos y le dedico una mirada fulminante. En realidad sí, lo había olvidado.

—Claro que no, yo no olvido nada —miento descaradamente.

Divertidas platicamos un poco mientras me pongo un short blanco junto a una camiseta a cuadros de botones. Apenas es la una de la tarde así que debemos almorzar de una vez, ya que la estilista llegará a las tres de la tarde, debo estar a las seis en la iglesia y mis nervios cada segundo están peor. Dicho y hecho almorzamos una deliciosa pasta a la boloñesa acompañada de ensalada. Emmy ni siquiera hablaba pues estaba muy concentrada devorándose todo el contenido de su plato.

James POV
Rachel no deja de molestar con que debo estar en la iglesia antes que la novia, desde la mañana ha estado enfadando con eso y otras cuantas barbaridades más. Ya no he visto a Jacob desde la discusión que tuvimos antes de que se marchara a Inglaterra, según él estaba arrepentido por haber actuado como un gilipollas, y por eso decidió que irse un tiempo sería la mejor opción. Sin embargo, hoy debería estar ya en casa de mis padres, ya que llegó junto con Rachel.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora