capítulo 42

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Después de la reunión con los inversionistas, hemos dejado un poco de trabajo pendiente, lo bueno que hoy no tengo ensayo en SongDance así que podemos avanzar con eso. Acomodo mi uniforme y me termino de maquillar para dirigirme al corporativo, ya se ha ido Emmy con la señora Lizzie, aunque aveces me gustaría poder hacerme cargo de ella en su totalidad pero me resulta un poco difícil, ya encontraré la manera de lograrlo.

Tomo mi bolso y al abrirlo me encuentro con la tarjeta que me dió el señor Mark Villalva... Pienso en todo lo que me dijo, sé que no debo hacerme ilusiones rápido pero me tiene bastante intrigada ese asunto, tal vez lo mejor será que me comunique con él cuanto antes, aunque James no está totalmente de acuerdo.

Me dirijo al corporativo y llego faltando cinco minutos para mi hora de entrada. ¡Vaya! Que puntualidad la mía. Me adentro en el edificio y me encuentro con mis compañeros en sus áreas, algunos con cara de "quiero seguir con mi siesta" y algunos otros con cara de "Muy buenos días, me va genial". Creo que la mía es la de la siesta.

-¿Qué tal todo? -pregunta Laura alegre.

Me detengo a saludarla. -Genial, ¿y a ti cómo te va?

-Muy bien, ¿Irás a la fiesta de Lenna? -Su Pregunta me deja desconcertada, ¡Lo había olvidado! Y ya falta tan poco.

-Claro que sí, ¿Y tú? -respondo haciendo changuitos para que diga que sí, me sentire una cupido si logro que Danield se acerque a Laura.

Parece dudar la respuesta pero finalmente habla. -Creo que también.

-Anda, anímate, verás que nos divertiremos mucho -insisto con un gesto tierno y asiente agradecida. ¡Perfecto!

-De acuerdo, ahí nos vemos -confirma emocionada y antes de dirigirme a la oficina le dedico una sonrisa.

Entro a la oficina y me encuentro con James ya trabajando, se ve tan formal y elegante como siempre. -Buenos días -digo sonriente y su vista se posa sobre mí de inmediato.

-Buen día pequeña -responde de una manera tan tierna que me hace sonrojar.

-¿Hay pendientes para hoy? -pregunto acercándome al escritorio.

-Un poco, pero terminaremos rápido. -Me extiende una memoria USB-. ¿Podrías llenar los formularios y ordenarlos para los clientes? -añade con seriedad.

-Enseguida lo hago -informo tomando la USB y me dirijo a mi área de trabajo-. Ann, ¿Y mi beso? -Lo escucho decir antes de retirarme.

-No me lo has dado. -Me encojo de hombros y hago un leve puchero.

Se levanta de su silla con una gran sonrisa en su rostro. -No sabes las ganas que tengo de bestarte -susurra muy cerca de mí haciendo que mi piel se estremezca ante su contacto. Me quedo en silencio observando sus sensuales labios.

Juego con su corbata mientras me acerco a el de manera seductora, su vista se posa sobre mis labios y aprovechando la situación los muerdo provocativa. -¿Y qué esperas? -Lo desafío.

Rompe con la distancia que había entre nuestros cuerpos y besa mis labios de una forma delicada y sutil, haciéndome sentir una mezcla de emociones, cada una de ellas tan perfectas. Sus manos suben hasta mi espalda acariándola con ternura, mientras enrollo mis brazos alrededor de su cuello.

-¿Y si duermes conmigo ahora? -Escucho a James preguntar, pero niego recordando que no puedo dejar a Emmy sola.

-No puedo, necesito estar con Emmy -respondo apenada, no hay nada que quisiera más que disfrutar de su compañía.

-Entonces puedo dormir contigo, anda pequeña, sólo dormir -insiste con ojos de cordero que me hacen caer redondita.

-De acuerdo, pero sin que Emmy se de cuenta. -advierto con diversión y él asiente con una gran sonrisa sobre sus labios.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora