Capitulo 1

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[Mark]

—Eh —aparté la pajita a través de la que bebía mi jugo, sobresaltado, encogiéndome por la repentina corriente que recorrió mi columna vertebral cuando él posó la mano sobre mi hombro.

—¿Estás solo?—nos miramos y se sentó a mi lado sin pedir siquiera permiso. Me puse nervioso de inmediato.

—Eh pues —tragué saliva. La persona que acababa de aparecer junto a mí era enorme. Mirada oscura y profunda, nunca me había cruzado con alguien así. Sentí un ligero escalofrío cuando me observó detenidamente, evaluándome con la mirada, de arriba abajo y finalmente, me miró a los ojos. Contuve el aliento y acabó sonriendo. Era una sonrisa pícara y seductora que me dejó helado.

El lugar donde estaba era el típico bar para estudiantes cerca del colegio, en cuanto se sentó a mi lado, me puse tenso.

Busqué con la mirada a alguien conocido. Haechan, Jeno, no los veía por ninguna parte y el estómago se me encogió de horror.

—¿Qué haces aquí solo?—me preguntó de nuevo el tipo que se me había acercado. Tendría unos cinco años más que yo y eso me preocupó un poco más .

—No, no estoy solo. Estoy con unos amigos que... —volví a buscarles con la mirada. Seguía sin encontrarlos —No están. Debería ir a buscarlos —él se rió.

—¿Tienes prisa? Podemos charlar un poco.

—En realidad... no.

—¿Por favor?—me quedé pensativo y volví a sentarme.

—Vale —volví a mi bebida, incómodo. Él me miraba de reojo y mi nerviosismo aumentaba —¿Por qué me miras tanto?

—¿Tienes novia?

—Hasta el invierno pasado si —no debería haber contestado a eso o, quizás, debería haber dicho que si.

—Interesante —se formó un profundo silencio —¿Y novio?—tosí cuando el líquido se me fue por el lado equivocado a causa de la sorpresa, cortándome la respiración. Él me dio varios golpecitos en la espalda intentando contener una gran carcajada y me encogí al sentir su mano sobre mi. Saltaron chispas por ese simple roce y apartó la mano enseguida, como si el contacto conmigo le hubiera dado un calambre. Alzó una ceja, observándome con curiosidad y sorpresa.

Simplemente, acabábamos de conectar. No había más.

—¿Cómo te llamas?

—Mark —le había contestado de nuevo. Ya no había marcha atrás.

—Mark, tengo un hermano que se llama Mark.

—¿Si? Yo también tengo un hermano. No lo veo desde los tres años años y viene mañana desde Chicago —abrió la boca con sorpresa. Parecía estar a punto de decir algo, pero finalmente, se mantuvo callado y se rió.

—¿Desde Chicago?

—Si. ¿Por qué?

—Hum —ladeó la cabeza. Por un momento se tornó pensativo —Por nada —le di un nuevo sorbo al jugo, más animado, pero igual de nervioso —¿Y no lo ves desde los tres años?

—No. Mis padres se separaron y mi padre se llevó a mi hermano y yo me quedé con mi madre. No lo recuerdo bien. Solo recuerdo que jugábamos con la arena del parque a hacer castillos.

—Hum... Y no has sabido nada de él desde entonces.

—Nop.

—Hum ¿Y por qué de repente después de...?

—Quince años.

—¿Tienes dieciocho?

—Si —sonreí —Recién cumplidos.

Cherries in the skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora