Capitulo 13

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[Mark]


—Tú —Johnny alzó la vista con los ojos entornados. Se levantó enseguida de las escaleras que daban a la puerta de nuestra casa, bostezando y estirando los brazos con despreocupación, me miró con sueño —ya era hora. Me iba a quedar congelado aquí con este frío.

Aún no tenía llaves, me hubiera quedado a dormir en casa de Haechan, caminé hasta la puerta de casa sin parar a mirarle. Estaba tan molesto que no pensaba hablarle más de lo necesario, llevaba todo el regreso en bus mentalizándome. Se arrepentiría de haberme humillado de esa manera frente a toda la universidad.

—Fui a buscarte después de clase para volver a casa juntos, pero ya te habías ido.

—¡Mierda! —pateé la puerta con los dientes apretados.

—¿Qué pasa Mark?

Lo ignoré.

—Venga ya. No puedes enojarte conmigo —se situó a mi lado y yo lo miré de reojo. —¿Qué pasa? ¿Tan importante es ella para ti?

—Si —le di una patada a la puerta después de buscar las llaves inútilmente en mis bolsillos traseros, sin resultado. ¿Y ahora que? ¿A esperar a mi madre? ¡A saber cuando vendría, me congelaría fuera! —¡John! ¿¡Que mierda haces!? —me revolví entre su asfixiante abrazo. Me agarró por la espalda y me rodeó con su sudadera, cubriéndome el cuerpo con ella, pegándome a él por completo rodeándome los hombros con sus brazos. Se me erizó el vello de la nuca al sentir su aliento.

—Pequeño...— no esperé ni a que empezara la frase. Le pegué un codazo y lo eché para atrás, quitándomelo de encima bruscamente.

—¿¡Qué pasa contigo? ¿¡Crees que porque me haya acostado contigo y te deje tocarme más allá de lo fraternal tienes algún derecho sobre mí!? ¿¡Te crees que me puedes tratar como una puta y humillarme así delante de cientos de personas!? ¡No eres nadie para hacerlo, John, nadie! ¡Ni yo tampoco soy nada tuyo! —por un momento, vi como mi hermano se encogía antes de fruncir el ceño levemente, pero no en actitud amenazante, sino pensativo, frustrado. Apreté los puños frente a él, esperando una respuesta y la más mínima provocación para golpearle. Estaba dispuesto hasta pelearme con él, de hecho, quería pelearme y hacerme respetar, lo deseaba. Venganza.

Johnny se quedó callado, mirando al suelo.

—¿Qué? ¿Ahora no dices nada?

Ladeó la cabeza, muy serio.

—Eres un imbecil —le tiré el bolso donde llevaba todos los libros de la universidad a la cara y de un manotazo, Johnny lo tiró al suelo como si fuera una molesta mosca, desperdigando todos los libros sobre las escaleras. Respiré hondo. —No te acerques a mí.

—Genial, me lo estabas poniendo muy fácil. Un poco de resistencia nunca está de más.

"Lo mataré, lo mataré, lo mataré, lo mataré."

Metí todos los libros en el bolso y me senté en las escaleras. Me giré y lo vi ahí, de cara a la puerta, inclinado. La puerta hizo un ruido raro.

—¿Qué mierda haces?

—Trucos delictivos que tu madre odiaría.

—¿Qué?

—Intento abrir la puerta.

—¿Qué? —se giró y me miró con una ceja alzada. —No vas a conseguir abrir esa puerta.

—¿Apostamos? —le dirigí una mirada asesina.

—¡Bah! Haz lo que quieras. —Volví a darle la espalda y empecé a mirar el cielo cuando escuché un crujido, Johnny sonreía de oreja a oreja con la puerta abierta de par en par.

Cherries in the skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora