[Mark]
Johnny no bajó a cenar ningún día durante una larga semana. Las primeras noches mamá le dejaba la comida al pie de la puerta, pero al ver que al día siguiente ésta estaba intacta, ignorada en el pasillo, como si le molestara, dejo de hacerlo.
Se iba por las mañanas temprano, muy temprano. Faltó varios días seguidos a la universidad y yo me iba y volvía en autobús. Me molestaban las preguntas que me hacían sobre él, desde el por qué de su falta de asistencia a sí nos habíamos peleado. No te importa, decía, y me enojaba aún más.
En casa era todavía peor. No aparecía hasta por la noche, cerca de la hora de cenar, pero no cenaba, se encerraba en su cuarto y no salía para nada. Mamá intentó hablar con él varias veces, entrando en su habitación sin su permiso, harta de toda esa mierda.—Esto ya ha sido suficiente, ¿¡Que les pasa a mis hijos!? —y Johnny encerrado ausente. Me limite a mirar mi plato esperando pasara todo eso.
Mamá estaba cansada de tener un hijo ausente y el otro zombie, eso era yo, un muerto en vida. Esta se me había escapado cuando Johnny termino conmigo, cuando me dejo muy en claro que el amor que yo le tenia no significaba nada para el.
—Dejen la estupidez ya, son hermanos. Deberían... —yo no me atrevía a hablar y empeorar todo entre el y yo, pero nada cambió con las palabras de mi madre, siguió encerrado en su habitación.
Me decidí y caminé dispuesto a dejar todo aquel rollo de lado para no preocupar más a mi madre, me situé frente a su puerta y toqué suavemente con la mano derecha. Justo en ese momento noté que no estaba cerrado, Johnny estaba acostado mirando el techo. Maldito.
—No molestes Mark.
—Ya vale, que mamá esta preocupada ¿Podrías dejar un momento tu estupido ego? —me acerque más a el sentándome a su lado, Johnny solo me ignoraba con el sarcasmo en la cara.
—Lo qué pasa es que estoy harto de ti. Tu y tu forma de hacerte el inocente, el buen chico, siempre vas quedando bien con todos los demás y ofreciendo tu ayuda cuando la necesitan. Eres un hipócrita Mark, eres tan imbécil que vas por la vida haciéndote el santo por qué tienes miedo que te dejen de lado, tienes miedo de quedarte solo. —me quede mirando el suelo sintiendo mi pecho agujerado aún más, si se podía. No entendía a qué demonios venían sus palabras hirientes. Johnny se levantó, agarrando un paquete de cigarrillos. —Me da vergüenza ser tu hermano, me da vergüenza ser el hermano de un maricon. —lo observé unos segundos, estupefacto hasta que se detuvo y encendió un cigarrillo, con expresión indiferente y se lo llevó a los labios.
Me levanté en silencio, con el flequillo cayendo sobre mi rostro, ocultando mis ojos húmedos. Camine despacio hasta el y le plante una bofetada en plena cara, con toda mi fuerza, tanta que se le quedó marcada la palma de su mano en la mejilla. El cigarrillo cayó al suelo.
—Vete al infierno John —le dije con rabia. Tommy, que nos había observado desde la esquina, ladró con fuerza y gruñó, enseñándole los dientes a Johnny como si le amenazara con un morderlo en cualquier momento, gruñéndole.
Antes de salir y dar un portazo que retumbó por toda la casa, oí su voz.
—Ya estoy en él.
Y de repente me veía sufriendo como últimamente lo había estado haciendo. Algo se había roto de nuevo, algo empezaba a fallar en mi cabeza o quizás, en su corazón recién encontrado y ahora, otra vez perdido. Algo no funcionaba bien en ninguno de los dos. Como el mecanismo de un reloj, si una pieza fallaba, todas lo hacían y se detenían y entonces, el reloj dejaba de funcionar.
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Cherries in the sky
FanfictionUn cuerpo, un bonito cuerpo con el que jugar, con el que experimentar, con el que arriesgarme, con el que disfrutar plenamente y todo lo que ello conlleva. Un cuerpo al que hacer sufrir... un cuerpo al que romper. Cualquier criatura bonita con cuerp...