Capitulo 11

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[Mark]


Me acariciaba el pelo con una mano, la otra la mantenía pegada a mi cintura bajo la sudadera y yo no tenía intención de deshacer el abrazo que nos unía. Era tan agradable.

—Esta noche viene Henry a cenar y seguro que se queda.

—¿Quién es?

—Mi futuro... nuestro futuro padrastro —estaba claro que ninguno de los dos tenía claro cual era el sitio de Johnny en la familia. Él no sabía si llamar a mi madre "mamá", además se suponía que éramos hermanos y esto, no lo hacían precisamente los hermanos. Era cosa de enfermos —John... ¿me consideras tu hermano?

—¿Qué?

—¿Soy un hermano para ti o que soy? —noté como su pecho tomaba aire.

—Vale, lo admito. No te considero mi hermano —separé la cabeza de su caliente pecho y le miré, esperando una respuesta más explícita —no eres mi hermano, eres mio —sonrió, como si lo que acabara de decir fuera un chiste divertido. Yo seguía sin verle sentido.

—¿Hay mucha diferencia entre tu hermano y tuyo? —me besó los labios levemente y rozándolos con los míos, respondió.

—Mucha. Si fueras mi hermano no podría hacerte esto... ¿No? —entorné los ojos, con su aliento en mi boca, tomando él el mío y yo el suyo.

—Supongo que no. ¿Por eso me llamas pequeño?

—Me sería difícil querer acostarme contigo si tuviera en la cabeza que eres mi hermano y la idea, acabaría dándome asco. Pensar que no tienes relación de sangre conmigo es mucho más fácil, pensar que eres como cualquier otra persona.

—Cualquier otra persona con la que te puedes restregar a gusto, a tu antojo, utilizándola. Como un juguete —la idea de que me comparara con cualquier otra persona me molestaba y mucho —si no te gusta la idea de tirarte a tu hermano, no lo hagas.

—¿Qué pasa? ¿Me vas a decir que tú piensas en mí como hermano mientras nos tocamos así?

—No, pero... —me mordí el labio. No pensaba en él como mi hermano mientras me tocaba, pero sabía que lo era, me gustara o no. Era algo muy contradictorio. No me gustaba que mi hermano me tocara, me gustaba que lo hiciera Johnny, pero es que precisamente era mi hermano.

Eso me daba mucho que pensar.

—Oh pequeño —me cogió de las muñecas y me separó de él, haciéndome retroceder lejos del armario y provocando que chocara contra el escritorio. Posó mis manos sobre su cara, sin dejar de mirarme fijamente, hipnotizándome —¿Quién pensabas que te tocaba en el coche la primera vez?

—Un desconocido. No sabía quien eras.

—¿Y por qué dejaste que te lo hiciera?

—Porque me gustabas.

—¿Y ahora, quien piensas que te toca y te tiene acorralado entre el escritorio y su cuerpo? —encogí el cuello. John acercaba cada vez más su boca a la mía y su entrepierna chocaba contra mi suavemente. Sonreí, pasando la lengua por mis labios. El me miraba embobado de una manera casi atontada y eso me hacía sentir idiota.

Venga, ¿qué esperas? Házmelo de una vez.

—La persona que quiero que me tome de una puta vez se llama John. —sonrió, divertido y ansioso.

—¿Y quien es John para ti? ¿Tu hermano?

—¡A la mierda mi hermano, yo te quiero a ti! —y otra vez apreté su cara entre mis manos y junté nuestras bocas, con todas las ganas de comérmelo. Me arrancó la sudadera a tirones, entre dientes maldiciendo la ropa por obligarnos a separar nuestros labios y en cuanto me la sacó, me agarró del trasero y me subió al escritorio, tirando todo lo que había en él, los libros, los discos, los cuadernos, el teclado del ordenador y casi tiramos la pantalla de un manotazo. Me daba igual mientras no parara de comerme la boca y nuestras lenguas siguieran peleándose por el terreno contrario.

Cherries in the skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora