Capitulo 16

357 30 13
                                    

[Mark]


Al entrar en clase, pensé que sería difícil concentrarme ese día en escuchar y tomar apuntes. Habían sucedido demasiadas cosas como para centrar toda mi atención en clase y me sentía mal, raro, pero no incómodo por como me miraba todo el mundo.

Me senté en mi asiento en silencio, disculpándome antes frente a la profesora por llegar tarde y saqué el cuaderno, empezando a tomar apuntes, distrayéndome de vez en cuando.

Pensaba que no podría centrarme en la hora de sociología después de haberme despedido de Johnny, pero me equivoqué. Mi mente lo absorbía todo y mi mano se movía sola en el cuaderno, incluso se me formaron unas cuantas preguntas en la cabeza. Sabía porque estaba tan concentrado. El tema era la violencia juvenil y todo lo referente a ello, daba vueltas alrededor de Johnny.

En cierto momento, no pude aguantarme y lo hice. Alcé la mano.

—¿Si, Mark? ¿Alguna pregunta? —asentí con la cabeza a la profesora, buscando las palabras adecuadas para plantearle mi pregunta.

—Todo lo que quiere decir es que el "rebelde sin causa" no existe, que la rebeldía y la violencia se dan a partir de ciertas causas psicológicas que suelen empezar en la familia o en las primeras relaciones amistosas y que en la mayoría de los causas, la violencia juvenil se suele frenar pasada la pubertad al madurar. Eso quiere decir que la mayoría de los que estamos aquí ya no tenemos necesidad de agredir a nadie ni nada, al menos no constantemente. Todos tenemos arranques de mal genio a veces.

—Ajá. Es un buen resumen, Mark. —asentí con la cabeza.

—Pero... ¿Y la minoría que no frena su "Sed de violencia"? ¿Qué pasa con ella? ¿Por qué no consiguen frenarla como el resto al madurar, pasada la adolescencia?

—Es una muy buena pregunta, aunque es un tema que no toca este año. —asentí con la cabeza, esperando una respuesta, nervioso sin saber porque. —Se podría decir que esa minoría son casos "especiales". Esos jóvenes no serían simples rebeldes, irían mucho más allá. Si al madurar, la violencia no se erradica, quiere decir que irá a peor. La mente madura, la rebeldía pasa a ser bromas pesadas y crueles y luego, delincuencia juvenil propiamente dicha. Algunos casos acaban ahí, otros no y si van más allá... la cosa pasa de ser un juego de niños a algo realmente peligroso. —la profesora empezó a andar lentamente por entre las mesas, poniéndome más nervioso aún. —Las causas a este comportamiento suelen ser bastante pequeñas para los chicos que no pasan de bromas pesadas, como el querer llamar la atención de los padres y, normalmente, con un simple castigo y un cambio en la comunicación familiar, el problema acaba. La diferencia entre la mayoría y la minoría es que, la mayoría recibe cierto grado de afecto, que le hace ver que no está sólo en el mundo. La minoría no tiene tanta suerte.

—¿Quiere decir aquellos que no se crían en un ambiente muy... afectuoso? —pregunté, empezando a cansarme de tantos rodeos.

—La mayor parte de los casos, por no decir, casi todos, no. Se crían en un ambiente delictivo y no hay mucho apoyo familiar de por medio. Algunos viven tal abandono, que se crea en su mente ciertos trastornos que estudiaréis más adelante.

—Es decir, la persona en cuestión se ve... abandonada.

—No sólo se ve abandonada, sino que lo está. La diferencia entre estar abandonado y sentirse abandonado, es bastante grande en este tema. La persona en cuestión suele estar sola y si se siente sola, quiere decir que su mente no sufre ningún trastorno y eso es bueno. Pero si pasa de estar sola y no sentirse sola, es decir, acostumbrarse a verse sola, verlo como algo normal, la cosa se agrava, por que eso deriva a un comportamiento sociopático, es decir, la persona acaba teniendo grandes dificultades para distinguir entre lo bueno y lo malo, lo aceptable y lo inaceptable, lo moral y lo inmoral y, si una persona no sabe distinguir esos conceptos básicos... pueden hacerse una idea.

Cherries in the skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora