S30

10.9K 772 16
                                    

POV Marina 

Continuando con su juego Alberto me desliza la mano y empieza a trazarme círculos con su pulgar en la cara interna de mi muslo. Siento como me hierve la sangre y pongo una mano sobre mi vestido para detenerlo porque no puedo soportarlo.

—Y puedo decirte todo esto —declara— porque, como he dicho, somos muy parecidos.

—Yo prefiero las diferencias.

Alberto estira un dedo debajo de mi mano rozándome apenas, solo apenas la parte inferior del bikini. Me estremezco pero a pesar de lo que me ruegan mis hormonas aun no estoy preparada para desvivirme a él.

— ¿No tienes la impresión de que tu vida se ha vuelto muy rutinaria? —Pregunto mirándolo a los ojos— ¿Cómo estancada?

El se pone tenso.

—Puede ser.

—Yo me lo he planteado, sobre todo desde que te conocí. ¿Puede la gente dejar atrás su vida? Porque me preocupa sentir que tengo que hacerlo.

—Tal vez sólo dejamos atrás algunas cosas —dice el con seriedad—. Para dar lugar a otras.

—Eso es muy intuitivo para un chico al que no le gusta pensar en el futuro—digo.

—Creí que eso no era ningún problema para ti.

—No lo es. En realidad, es uno de los motivos por los que me resultas tan atractivo —reconozco—. Porque vives el momento, relajado y sin preocupaciones.

Alberto me mira detenidamente.

—Y eso te encanta, ¿verdad?

—Sí—asiento—Sin presiones, sin preocupaciones.

—Sin presiones, sin preocupaciones —repite con una sonrisa—. Entonces, ¿por qué no estamos haciendo el amor y abandonándonos al momento?

—Porque hasta las chicas con fobia al compromiso tienen sus límites—contesto poniéndome de pie—Y uno de mis límites es saber dónde me estoy metiendo antes de irme a la cama con alguien.

—Lo que ves es lo que hay —afirma Alberto, pero también se levanta del sofá.

Voy hasta la puerta y la abro deseando con todas mis fuerzas que no vuelva a tocarme, porque si lo hace, cederé más de prisa que una maleta barata.

Alberto se acerca a la puerta con un suspiro. Me mira y sonríe.

—El tiempo pasa volando contigo—dice.

Echo un vistazo y me sorprendo al ver el cielo negro.

—Aún te debo unas clases de baile —digo—Y a cambio, quiero pedirte un favor.

—Te recuerdo que he pagado por esas clases.

—Tranquila; esto te va a divertir. Quiero que me enseñes a hacer surf—me quedo boquiabierta y después suelto una carcajada.

— ¿Tan raro te parece? —pregunta.

—No, pero, ¿por qué quieres aprender ahora a hacer surf?

—Porque tú haces surf—creo que me voy a derretir.

—Hago surf desde que empecé a caminar, Alberto.

—Entonces, enséñame—pide.

—Estás loco—el sonríe.

—Pero a ti te gustan los locos.

—Si—sonrió.

—Entonces, enséñame.

—De acuerdo. Tú me enseñarás a bailar, y yo te enseñaré a hacer surf —extiendo una mano para sellar el trato—. De hecho, seré la primera en empezar. Nos reuniremos aquí el fin de semana que viene. El sábado a las cinco y media de la mañana.

— ¿De la mañana? —pregunta sorprendido.

—De la mañana—afirmo.

Alberto me mira a los ojos sonriendo mientras me atrae hacia sus brazos para darme un beso que me deja aturdida.

—Que sea a las seis y media—murmura contra mi boca.

—A las seis o no hay trato. La mañana es la mejor hora para hacer surf—me ofrece otra de sus sonrisas sensuales y suspira.

—De acuerdo, a las seis—dice.

Su aceptación es seguida de otro beso apasionado y tierno a la vez que por poco no hace que lo coja del cuello, atrayéndolo más a mí, obligándome a pedirle que se quede aquí a pasar la noche. Pero me controlo y simplemente me limito a quedarme temblando tras ese increíble beso. Único. Solo Alberto puede besarme de esta manera encajando tan perfectamente en mis labios.

Me suelta me mira a los ojos y sonríe.

—Buenas noches—se despide.

—Buenas noches, Alberto.

—Que tengas dulces sueños, preciosa—dice antes de perderse en la noche.

Me quedo mirándolo, sonriendo como una idiota. Esto es perfecto, sólo piel, sólo diversión, justo como a mí me gusta.

Pero al pensarlo se me desdibuja lentamente la sonrisa.

Emocionada porque ya lean los capitulos donde practican surf y toda la cosa. Déjenme su opinión en los comentarios  y una  si les gusta sino pues gracias por leer. 

SeducemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora