Tú me estabilizas. Lento y dulce, nos movemos. Toma la iniciativa y yo te seguiré. De niña bailaba descalza en el suelo de madera pre formando giros de bailarina e incontables reverencias. Pensarías que los años de práctica me llevarían al salón de baile, pero mi papá me llama por una razón.No por mi acto de gracia, sino por la falta de eso! Siempre sosteniendo una canción en mi corazón y la pasión por bailar cuando alguien está mirando, encuentro mi corazón lleno y mis pies en movimiento. Aún hoy, me encuentro dando vueltas, pero a mi lado, aterrizo en las manos del hombre que dirige mis pies danzantes en la dirección correcta. En sus brazos constantes encuentro mi postura y mi comodidad. Al ver mis pasos, los vuelve graciosos de nuevo. Una canción siempre en su corazón y sus pies moviéndose con los míos. Él me muestra diariamente el amor y el desinterés de nuestro padre en el cielo a quien agradezco por haber puesto los pies para bailar. De todo corazón le tomaré la mano en el baile mientras él me guía a nuestro nuevo capítulo de la vida.
Finalmente lista ahora para bailar elegantemente con gracia. - Marina ✨
— ¡Esto es enorme!—grita.
Sonrió.
—Sí. ¿No te encanta?
—Pero, ¿de dónde diablos has sacado tantísimo dinero para pagarte esta pedazo de casa? — me acercó y la tomó de la barbilla para que me mire.
—No crecí en una casa como ésta, ¿sabes? Así que ahora quiero todo lo que no tuve—Ella sonríe, pero enseguida se pone seria.
—Alberto...
—No. No cambies de idea—Marina cierra los ojos.
—No quiero que esto termine. Pero si me quedo, si jugamos, no vamos a parar ahí. Y entonces, mañana todo habrá terminado—dice con miedo.
—No te entiendo. ¿Por qué se va a terminar? —pregunto confundido.
—Porque me habré cansado de ti. Siempre me canso de los chicos después de acostarme con ellos—sonríe y sacude la cabeza.
—Pero no nos hemos acostado—digo.
—Alberto...
A mí se me desdibuja la sonrisa.
—Lo dices en serio. Quieres irte ahora para que no nos acostemos y podamos seguir viéndonos— asiente avergonzada.
—Los dos tenemos una historia —digo—Una gran parte de la tuya es trágica y me encantaría poder cambiarla, pero ninguna de nuestras relaciones pasadas debería ser un factor que influyera en esto. Lo que hay entre nosotros es diferente. Original.
—Y aterrador.
—Y aterrador —convengo—Pero no me importa, y me sorprende que a ti sí.
— ¿Qué significa eso? —pregunta.
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Seduceme
Roman d'amourValía la pena romper todas esas reglas por un chico como él. Regla numero uno: Nada de citas a ciegas. Después de haberse enfrentado a muchas citas a ciegas obligada por sus amigas Marina Allier no está dispuesta a volver a tener otra cita a ciegas...