Valía la pena romper todas esas reglas por un chico como él.
Regla numero uno: Nada de citas a ciegas.
Después de haberse enfrentado a muchas citas a ciegas obligada por sus amigas Marina Allier no está dispuesta a volver a tener otra cita a ciegas...
Dejo a Red con los demás en el agua y voy con Alberto dándole una palmada en el trasero.
—No ha estado mal—digo.
Su respuesta es un gruñido.
—Entonces... nos vemos el fin de semana que viene—digo.
El abre un ojo.
— ¿Qué? —pregunta.
—Para la clase de baile ¿recuerdas?
— ¿Por qué tenemos que esperar una semana? —pregunta arrugando su ceño.
—Porque hemos empezado a practicar los fines de semana, y he pensado que para qué estropear un buen plan—digo tratando de no hacerme la interesada.
—Necesito un motivo mejor—se excusa.
La verdadera razón es que necesito que pasen siete días entre cada uno de nuestros encuentros, porque son demasiado fuertes.
—Porque ahora mismo no estás en condiciones de enseñarme nada —contesto en un arranque de lucidez.
—Ah, ya...
—De verdad, no lo has hecho tan mal—lo animo.
—Supongo que si aún te oigo, significa que estoy vivo—dice tapándose la cara con el brazo porque el sol le está pegando directamente.
Alberto casi no puede mover los músculos, lo recorro con la mirada angustiada por lo mucho que deseo tumbarme encima de él y sentirme abrazada por sus brazos. Normalmente tengo mucho más control sobre mi deseo.
— ¿Qué tal la rodilla? —ya le pregunte eso, lo sé, pero solo quiero asegurarme de que esta bien.
—Sí digo que fatal, ¿me llevarás a tu casa y me harás sentir mejor?
Jessica que viene acercándose junto a Stefan mueve la cabeza en disgusto.
—Y yo que tenía tantas esperanzas puestas en ti...
—Un desastre ¿verdad?
—Ni que lo digas—digo.
—Sí, puede que tengas razón —reconoce Alberto poniéndose en pie tomándome de la mano ¿Y qué te parece esto? Te invito a desayunar.
—Mucho mejor —dice Stefan. Rió al ver la mirada desconfiada de Jessica.
—Pero es la hora de la comida —puntualizo.
—De acuerdo ¿puedo invitarte a comer? —pregunta.
—Tengo que trabajar—respondo.
—Yo te cubro—ofrece Jessica pero niego con la cabeza.
—Prefiero trabajar.
—Está bien—dice Alberto parpadeando con inocencia—En ese caso, ¿puedes ponerme un poco de crema en la rodilla antes de que me vaya?
No se lo puedo negar y él lo sabe y antes de que pueda pensarlo mejor Alberto me sigue a mi piso al pequeño cuarto de baño donde guardo el ungüento.
Cuando me doy la vuelta para darle el frasco el me toma de las caderas y me apoya contra el tocador.
—Alberto...
—Marina...—murmura rozándome las mejillas con la boca—No puedo dejar de pensar en ti, en tu sabor. Déjame probarte otra vez—pide.
Alberto sólo lleva puesto el bañador; tiene el pecho desnudo y mojado; sus hombros parecen increíblemente anchos, e inclina la cabeza mientras me mordisquea las comisuras de los labios. Me está acariciando con delicadeza, con la misma concentración absoluta que ha dedicado a intentar aprender surf.
Le pasó las manos por la espalda, cubierta de arena, y le doy lo que quiere: otro beso. Con un gemido gutural, él me devora la boca y dejó la loción en el lavabo para poder sujetarme el trasero con las dos manos, mientras le rodeo la cintura con las piernas y lo abrazo por el cuello.
—Mmm...—gime Alberto al atraerme contra su erección.
El deseo de entregarme y de dejar que me haga el amor en este preciso momento es tan fuerte, que estuve a punto de quitarme el bikini y ponerme de rodillas. Sin embargo, me aparto.
—Tengo cosas que hacer—digo.
Necesito poner tiempo y distancia entre nosotros para poder volver a respirar con normalidad. Iré a preparar emparedados en el café para despejar mi mente y tal vez me tomare un trozo de tarta de chocolate. Estiro la mano hacia atrás, tomó el frasco de loción y se lo doy.
—Nos vemos el sábado—respondo.
—Cobarde —bromea él.
Aun así me suelta y me sigue hasta la puerta por lo que se es tan cobarde como yo.
La increíble atracción entre ellos es única y lo que me encanta es que no es lo típico, lo que quiero decir es, me gustas, te gusto, nos besamos pero no van directo a la acción espero entiendan lo que quise decir😂.
Ya pronto vienen las clases de baile y estoy muy emocionada porque lean el capitulo y me den su opinión 😏🔥
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por cierto gracias por colocar a Seduceme en el ranking #3 de parejas son los mejores lectores del mundo, primera vez que mis historias entran en algún ranking por categoría no saben lo feliz que me hace eso🤗.
Si quieren leer mas vayan a chequear mis otras historias esperando que les guste tanto como esta y mis redes sociales están en mi perfil por si gustan seguirme. Los leo el viernes con el capitulo que sigue ¡NO SE DESESPEREN!😬