⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

.·°·.°·..·°¯°·._.·[ [ 03 ] ]·._.·°¯°·.·° .·°·.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
«Visita»

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

  Sus pisadas resonaban junto al crujido de las hojas secas que pintaban todas las calles de la ciudad.

 

   No creía estar haciendo mucho ruido, solo porque sabía que nadie más estaba allí para escucharlo. Cada paso que daba producía un eco entre las casas de pintorescos colores y grandes jardines.

  Ya no tenía un recuerdo fijo de haber vivido allí y cada vez que pasaba se preguntaba a sí mismo si en realidad había soñado todo aquello, en sus recuerdos, las acciones se veían borrosas, a tal punto de pensar que realmente todo fue un sueño o un invento de su mente para mantenerse a salvo.

  Aquel lujoso barrio que parecía haber sido sacado de los sueños de cualquier persona pobre, había sido el lugar en el cual la única persona que se preocupaba medianamente por él, había elegido para pasar sus días.

  Su mente divagaba entre sí era correcto estar allí, su Omega temblaba dentro de él, haciendo pequeño ante el solo pensamiento de entrar a aquella casa luego de tanto.

 

  Y parecía ser que casi no estaba cuerdo al llegar allí.

  El recordar las tantas cosas que habían sucedido allí solo le animaba a irse por donde vino y seguir en donde le correspondía estar en ese mismo momento.

  Soltó el aire que retenían sus pulmones en cuanto vio la blanca madera alzarse ante su vista, junto aquellas grandes ventanas que se alzaban.

   Relamió sus labios mirando hacia ambos lados y oliendo levemente.

  Necesitaba saber si había él había vuelto, y no se le ocurría otro modo más que él visitar su antigua casa.

  Agachándose hasta el tapete de bienvenida de la casa y levantándolo para sacar la llave, comenzó a olfatear al aire sin reparo alguno, tratando de oler algo más allá de lo común.

  Sin estar convencido abrió la entrada al lugar de sus sueños y pesadillas, aquel espacio que alguna vez le había hecho feliz y que solo había durado lo necesario para que se desmoronase al lado de aquella mesa ratona a un costado del gran ventanal.

  Miró a su alrededor admirando todos y cada uno de los objetos que no habían cambiado de lugar desde la última vez que había estado allí, hace ya casi cinco años.

  Comenzó a caminar, visitando todas las habitaciones que existían y olfateando levemente al entrar a cada una. Conteniendo la respiración, vio aquella puerta a la cual, su mente cerraba conexión alguna, y sin poder evitarlo pasó de largo.

  Dio un último vistazo a las paredes, ya algo sucias del baño y miró algo confundido, pero más que nada alarmado, el suelo que se encontraba levemente mojado. Tragó duro y retrocedió casi corriendo, sintiendo como los latidos de su corazón comenzaban a ser mucho más rápidos de lo común, al igual que su dulce olor siendo incrementado por el miedo.

  Lamió su labio algo inseguro y fue hasta la habitación que salteó, no sin antes olfatear escasamente el baño sin descubrimiento alguno.

  Con cuidado tomó la manija, y contuvo la respiración al comenzar a abrir la puerta, sus ojos se cerraron y terminó de abrirla sin respirar aún.

  Olisqueó de manera leve y no pudo evitar las quejas de su lado humano cuando inspiró aún más hondo el chocante olor que en tan solo segundos provocaba una gran necesidad en todo su cuerpo.