⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

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«Tren»
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  TaeHyung miró a ambos lados de la calle en cuanto salió del edificio y subió el cubre boca hasta dejar, como en la noche anterior solo sus ojos visibles.

  JungKook salió detrás de él imitando su acción y poniéndose rápidamente delante de él para acercarse y susurrar.

—Bien, tenemos que ir a Daegu, tendremos que ir rápido antes de que se vaya el tren. Llegaremos cerca de las ocho si salimos ahora.

  TaeHyung asintió.

—Ya mandé un mensaje a HoSeok, de seguro él estará con JiMin en la casa de YuGyeom.

  El ceño del Omega se frunció levemente.

—¿YuGyeom no vive con su Omega? — preguntó entre las prendas de ropa.

  JungKook asintió levemente tomando su mano y comenzando a caminar.

—Se está haciendo tarde TaeHyung, te diré más de ello en cuanto estemos en el tren.

  El Alfa sintió que de alguna manera solo demoraba la verdad para el menor, que sin quererlo solo haría que la reacción se retrase y al momento de saberlo sería mucho más grande.

Todavía más, al haber visto como colapsaba con tan solo mencionar a HoSeok.

Sabía de sobra que el Omega había estado esquivando aquella idea en su cabeza, le parecía extraño que no lo hubiese descifrado por sí mismo, por lo que, de seguro solo se había centrado en evitar que cualquier hilo que llegue a conectarse con HoSeok se cortase abruptamente.

  Miró levemente hacia sus espaldas donde el Omega lo seguía a un paso un tanto menos veloz, sumido en sus pensamientos.

  Regresó su mirada hacia delante y solo pudo reproducir en su mente los gritos desgarradores del de tez acaramelada.

  Por más que quisiese tomarlo ente sus manos y darle muchos besos, sabía que era imposible, mucho más el pensar que podría tomar su menudo cuerpo y cubrirlo con una burbuja que lo protegiese de todos los males.

  Tan solo no podía adueñarse así de él, y mucho menos, podía hacer que cerrase sus ojos al mundo real.

  Quizá sería mucho peor el ocultarle todo y que luego la verdad se descubriese en manos de su familiar.

  Mordió su labio y miró a lo lejos la estación.

  Unos minutos más y estarían abordo del tren que los llevaría a la boca del lobo.

  TaeHyung miró la espalda del Alfa mientras éste compraba los boletos para ambos.

  Ladeó su cabeza confundido, repensando nuevamente todo lo que había pasado desde que lo había conocido, o más bien desde que la primera carta había llegado a sus manos.

  El profundo terror que le tenía a YuGyeom era sorprendente y sabía que, si algún momento sus miradas se cruzasen, él solo podría gritar y llorar en su lugar.

  Casi gruñó fastidiado sabiendo a la perfección que esa sería su reacción y subió al tren en cuanto JungKook soltó su mano para dejarlo pasar primero.

  El vagón se encontraba igual de frío que en el exterior, sus dedos estaban entumecidos, aunque en una de sus manos el calor del Alfa los rodeaba y en la otra eran cubiertos por el bolsillo de su abrigo.