⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

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«Tío»
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—Está bien. —dijo luego de su momento en silencio —Recuperemos a JiMin... y a YoonGi. —murmuró casi para sí mismo.

  JungKook, asintió y se encaminó hacia la puerta con rapidez.

  De seguro, si la situación fuese otra, habría consolado, o más tratado de consolar a TaeHyung a su manera, pero ya no quedaba tiempo.

  No sabía si HoSeok había descubierto todo, no sabía si NamJoon le había mentido, o si realmente se encontraban allí JiMin y YoonGi.

No se detuvo mucho tiempo a pensar y abrió la puerta del cuarto de YoonGi, tal y como estaba escrito en el letrero de la puerta con letra desprolija.

—Aquí están. — dijo viendo como en una pequeña cama ubicada en la esquina del cuarto, descansaban ambos menores arropados por una manta azul.

  JungKook se sintió aliviado de por lo menos tener a los menores allí, y TaeHyung se sentía desfallecer al ver a su cachorrito allí con sus ojos cerradas, con su rostro sin heridas abrazado al cuerpo del hijo de YuGyeom, su medio-hermano.

—JiMin. —habló sintiendo su voz gangosa.

  Se acercó a medida que su vista se nublaba y su pequeño bebé arrugaba su nariz.

—JiMin... amor... —llamó viendo que su hijo se sentaba en su lugar y refregaba su mano contra sus ojos cerrado.

  De manera inmediata, JiMin se despabiló de golpe, saliendo casi como una luz de la cama, aplastando a YoonGi en el proceso, quien se quejó.

  TaeHyung sabía que sus lágrimas se deslizaban por su rostro cuando el pequeño cuerpo de JiMin se estrelló entre sus brazos con gran emoción.

  El Omega lo rodeó gustoso dejando su cuello libre para que el pequeño olfateara su aroma directo de su glándula de olor.

  La emoción lo azotó abruptamente, sintiendo algo completamente hermoso a diferencia de sus últimos días.

  L a felicidad parecía haberse hecho paso entre tanta desdicha para permitir que su llanto no se convirtiese dolorosos sollozos, y estos fuesen suplantados por felicidad.

  Sollozó abrazándolo con fuerza, sin importarle que debían salir rápido de allí, y mucho menos que YoonGi mirase la escena con ilusión y una envidia infantil.

—TaeHyung. — sintió a lo lejos la voz de JungKook.

  Mordió su labio separándose un poco de JiMin para luego regar pequeños besos sobre sus abultadas mejillas.

  El pequeño sonrió y se removió con la misma felicidad que su padre.

—TaeHyung. — volvió a decir JungKook algo preocupado —Debemos irnos antes de que regrese HoSeok. —aclaró con rapidez.